jueves, 11 de agosto de 2016

Leyenda del cementerio de mondariz



Muchas son las leyendas de terror que tratan de cementerios en donde los mitos se van acrecentado con el tiempo, como lo es la leyenda del cementerio de Mondariz.


Es tan conocida esta leyenda en España, que muchos solo de escucharla se ponen a temblar, cuentan que en los alrededores de Pontevedra, En Galicia, se encuentra uno de los cementerios mas conocidos por sus historias de terror, que cualquier otro panteón conocido.


La historia de Juan Luis Manriquez, que junto con varios de sus amigos, habían decidido irse de excursión a los grandes bosques de esa región de Galicia, la cual es conocida por todas las cosas inexplicables que pasan ahí.


Llegando provisionalmente, antes de adentrarse al lugar de excursión, llegaron a un pueblo de nombre Mondariz, y como todo adolescente, ya estando en el hotel, se dispusieron a visitar los alrededores de la región, que son una basta red de bosques, y que con lo oscuro del paraje se perdieron, llegando al cementerio de Mondariz.


Se disponían a entrar, cuando una persona salio corriendo del lugar, y como pudo los puso al tanto, de que si los que lo perseguían, los veían, los matarían y vagarían por siempre como una alma en pena al encontrarte con la Santa Compaña te pone en tus manos un hueso encendido, en forma de antorcha.


Al no saber que hacer, y escuchar un ejercito de personas o almas en pena que caminaban hacia la persona que huía, no tuvieron otra que esconderse en los matorrales, y rezar, para que esos entes no los vieran escondidos.


Ya que vieron que se alejaron, regresaron como pudieron al lugar en donde se hospedaban, y sin dormir nada, se dispusieron a regresar a su lugar de origen, la excursión había terminado abrupta mente.


Después supieron por las personas a las que les contaron, que pocas personas tienen la oportunidad de salir con vida, de dicho acontecimiento, ya que la leyenda del cementerio de Mondariz, es conocida, solo por unas cuantas personas que se salvaron, pero se sabe de cientos que nunca mas se supo mas de ellos.



miércoles, 10 de agosto de 2016

El árbol del vampiro



Cuenta una de las leyendas del Panteón de Belén (en Guadalajara, Jalisco) que hubo un vampiro que se alimentaba de la sangre de los tapatíos. Todo empezó cuando encontraban pequeños animales en la ciudad sin una gota de sangre.


Después encontraron niños muertos y lo peor, sin sangre. El pánico reinaba en las calles al caer la noche; la gente no salía al oscurecer y se quedaban en sus casas rezando por sus vidas.


Hubo unas personas que estaban cansadas de esta situación y se armaron de valor para acabar con la amenaza nocturna, así, después de seguir la pista del Vampiro, lo emboscaron y esa misma noche le pusieron una estaca de madera en el corazón, lo que le causó la muerte.


Al día siguiente, la comunidad lo sepultó en el Panteón de Belén y pusieron lápidas grandes sobre el cuerpo, esto con la esperanza de que no surgiera otra vez por la noche.


Después de muchos meses, las lápidas fueron quebrantadas y un árbol salió de la tumba del vampiro. Ese árbol todavía existe en el panteón y se cree que nació de la estaca que fue clavada en el corazón del vampiro. Cuando la gente cortaba pequeños pedazos del árbol éste sangraba, y se dice que la sangre provenía de las víctimas del vampiro.También se afirma que durante la noche puedes ver las caras de las victimas reflejadas en el árbol.


Según la tradición oral, el árbol mantenerse vivo porque cuando el árbol muera, el vampiro regresará.


Actualmente, el árbol del vampiro es protegido con un cancel porque mucha gente acostumbraba a trozar el tronco para ver si salía sangre, y por ende el árbol se estaba secando. A la fecha el árbol está en buenas condiciones y mientras el árbol viva la leyenda vivirá, no así el vampiro.

martes, 9 de agosto de 2016

La leyenda del callejón del beso



Se cuenta que Doña Carmen era hija única de su padre intransigente y violento, pero como suele suceder, siempre triunfa el amor por infortunado que este sea. Doña Carmen era acortejada por su galán Don Luis, en un templo cercano al hogar de la doncella, primero ofreciendo de su mano a la de ella el agua bendita. Al ser descubierta sobrevivieron al encierro, la amenaza de enviarla a un convento, y lo peor de todo, casarla en España con un viejo y rico noble, con el que, además, acrecentaría el padre su mermada hacienda


La bella y sumisa criatura y su dama de compañía, Doña Brígida lloraron e imploraron juntas. Así, antes de someterse al sacrificio, resolvieron que Doña Brígida llevaría una carta a Don Luis con la nefasta nueva.


Mil conjeturas se hizo el joven enamorado, pero de ellas hubo una que le pareció la más acertada. Una ventana de la casa de Doña Carmen daba hacia un angosto callejón, tan estrecho, que era posible, asomado a la ventana, tocar con la mano la pared de enfrente.


Si lograra entrar a la casa frontera podría hablar con su amada, y entre los dos, encontrar una solución a su problema. Preguntó quién era el dueño de aquella casa y la adquirió a precio de oro.


Hay que imaginar cuál fue la sorpresa de Doña Carmen, cuando, asomada a su balcón, se encontró a tan corta distancia con el hombre de sus sueños. Unos cuantos instantes habían transcurrido de aquel inenarrable coloquio amoroso, y cuando más abstraídos se encontraban los amantes, del fondo de la pieza se escucharon frases violentas. Era el padre de Doña Carmen increpando a Brígida, quien se jugaba la misma vida por impedir que su amo entrara a la alcoba de su señora.


El padre arrojó a la protectora de Doña Carmen, como era natural, y con una daga en la mano, de un solo golpe la clavó en el pecho de su hija. Don Luis enmudeció de espanto…la mano de Doña Carmen seguía entre las suyas, pero cada vez más fría. Ante lo inevitable, Don Luis dejó un tierno beso sobre aquella mano tersa y pálida, ya sin vida.


El lugar existe y es sin duda uno de los más típicos de la ciudad de Guanajuato, y precisamente se le llama El Callejón del Beso.



lunes, 8 de agosto de 2016

Leyenda de la mano peluda



Esta historia es una de las leyendas de terror más narradas por los abuelos / abuelas y madres en la antigüedad. La misma era contada por ellos, para los niños rebeldes que se levantaban por las noches para hacer travesuras y no dejar dormir a sus padres y abuelos. De esta manera lograban asustar a los mismos y ellos podían dormir tranquilos toda la noche sin interrupción.

Pero esta leyenda pasó los años y los siglos y se sigue aun contando, se han realizado varias películas en donde se pueden apreciar alguna mano que sale debajo de las camas.

La historia de terror cuenta que cuando un niño se levanta a la mitad de la noche y apoya sus pies sobre el suelo, una mano grande, con mucho pelo grueso y largo, con 5 uñas muy largas, filosas y venenosas lo agarrará del tobillo y lo arrastrará hacia el inframundo para que este sea el alimento de los seres malévolos que habitan allí abajo. Pero si logra escapar, la mano peluda le dejará cicatrices que no se borrarán ni cicatrizarán nunca jamás!, por este motivo puede traerle una gran infección y luego de mucha agonía el niño puede morir.


Otros cuentan que las uñas que tiene la mano peluda contienen un veneno muy peligroso que con solo tocar la piel del niño este es afectado por la misma, sin necesidad de dejar marcas. Por este motivo se dice que en la antigüedad varios niños morían y nunca se llegaba a conocer la causa de la misma. Cuenta la leyenda que la mano peluda no tiene cuerpo, solo es una mano, que al final de su muñeca se puede ver el hueso, la piel, la carne y la sangre al rojo vivo, como si recién hubiera sido cortada.


Allá por el año de 1908 abundaban en la ciudad de Puebla los llamados Montepíos (casas de empeño). Manejadas por usureros, entre ellos el señor Villa, conocido como “Horta”. Un hombre calvo, bajo y rechoncho con mucho vello en el cuerpo y extremidades. Adoraba llevar las manos repletas de gruesos anillos engarzados de piedras preciosas. Y junto a su esposa “La gangosa”, se encargaba de un Montepío.


Jamás se le conoció alguna obra piadosa por lo que frecuentemente se escuchaba a los transeúntes decir: –“¡Qué Dios te seque la mano!”- al pasar frente a su negocio.


La historia comienza cuando Horta muere y, al parecer, Dios le secó la mano para darle un castigo aunque sea después de muerto.


La noticia de la Mano Negra y Peluda se publicó en el periódico poblano “El Duende”, relacionada con la mano de Horta, pues en la entrevista el sepulturero dijo que la mano salía del sepulcro luciendo un gran número de anillos lujosos engarzados con gemas…


Cada noche, siempre a eso de las 11, una mano negra trepaba por los gruesos muros del cementerio de San Francisco. De forma espectral y siniestra, ascendía cual tarántula, empujada por un poder maligno. Deseosa de saltar sobre su víctima, trepar hasta su cara para arrancarle los ojos y descender al cuello, ahorcando al pobre individuo. Y después volver a descansar junto a los demás difuntos.


La Mano Peluda siguió viéndose durante un tiempo hasta que finalmente desapareció.


Hoy en día hay personas que describen encuentros con estas famosas “Manos Peludas”. Viéndolas atravesar pastizales, asemejando enormes y deformes arañas, o siendo jalados por una mano negra y velluda que se esconde bajo la cama. La describen como una entidad poseedora de fuerza sobrehumana, y más similar a la de un primate, cubierta de grueso pelo negro y perfectamente cortada en el punto en que empieza la




domingo, 7 de agosto de 2016

La leyenda de la niña y la muñeca



Esta leyenda se escucha por igual en varias capitales del mundo, y tiene como protagonista, invariablemente, a una niña pequeña. En estos tiempos de peligro, en donde los habitantes de las grandes ciudades están en guardia respecto de múltiples acechanzas, ser abordados por una niña pequeña y de aspecto dulzón en la calle no tiene nada de amenazador. 


Esta niña en cuestión se nos acerca, nos toma de la mano y nos pide que aceptemos un regalo: su muñeca. Si respondemos que sí, allí comienza nuestra ordalía. Si respondemos que no, si amablemente nos excusamos porque llevamos prisa, nos encontraremos con la niña nuevamente en otra situación cotidiana, como puede ser esperando el metro, haciendo compras en el supermercado o regresando a casa después del trabajo. 


Nos sobresaltará, claro, encontrarnos cara a cara con la misma niña a la que nos negamos a aceptar el regalo, y puede que esta vez sí nos dignemos a tomar su obsequio, o puede que echemos a correr, sintiendo que algo anda mal con esta insistente niña.


Si lo hacemos, todo se volverá peor: la niña nos seguirá y seguirá hasta que aceptemos el regalo, aunque deban pasar años (sí, años) para que lo hagamos. En algún momento tenemos la impresión de que sólo nosotros podemos ver a la niña, y de que nadie más puede vernos interactuar con ella; es como si nos encontrásemos en un mundo cerrado, exclusivo entre ella y nosotros. Una cosa es verdad: jamás invade nuestro hogar, de modo que nuestra mejor defensa es encerrarnos en él, el tiempo que podamos hacerlo.


Cuando hayamos aceptado el regalo, la niña nos dará un beso y nos dirá, contradiciendo un poco su ruego anterior, que no se trata exactamente de un regalo, sino de un préstamo, y que un día volverá para pedirnos que se lo devolvamos. No se retirará sin pedirnos que cuidemos mucho a su muñeca. Luego desaparecerá entre la gente. 


Nos quedaremos boquiabiertos con ese regalo (o préstamo), pero lo más normal es que pronto olvidemos el asunto y dejemos a la muñeca abandonada en algún lugar de la casa. Pasan las semanas, los meses y los años, y sólo cuando vemos a la muñeca por casualidad en un recorrido por la casa recordamos la anécdota y sonreímos por habernos alarmado por tan poca cosa. Es más, en algunos casos hasta nos decidimos a desprendernos de la muñeca y la arrojamos a la basura.


Sólo cuando nos sucede una desgracia (si vivimos para contarlo) nos damos cuenta de que existe alguna relación entre la muñeca y nuestro cuerpo, ya que si la muñeca es destruida, irremediablemente morimos; si la muñeca es mutilada, perdemos esa misma parte del cuerpo; una relación que nos recuerda al vudú. 


Cualquier daño que sufra la muñeca se ve replicado en nuestra osamenta. A algunos les lleva un tiempo tener cabal conciencia de esto, otros lo sospechan más rápidamente. 


Sea como fuere, quienes se percatan de que esa misteriosa niña les ha puesto su propia vida en sus manos toman los recaudos más exigentes para mantener a la muñeca en perfecto estado. Si nos los proponemos, no es tan difícil de lograr.


Finalmente, ocurre que algún día la niña se presenta nuevamente ante nosotros y nos pida la muñeca: ése es el día de nuestra muerte. La niña no sería sino un psicopompos que nos da la oportunidad, por alguna razón desconocida, de disfrutar de una vida tranquila y de una muerte serena.



sábado, 6 de agosto de 2016

Leyenda de la Muelona



La Muelona o Colmillona es un personaje de la mitología Andina Colombia, que vaga por las noches, enfundando un traje de mujer hermosa. Ella busca jugadores empedernidos, a los infieles, alcohólicos, perversos y adúlteros para devorarlos.


Dicen que es una mujer bonita de largos cabellos, ojos electrizantes… pero con una dentadura de fiera capaz de destroza fácilmente lo mismo a un ser humano que a una vaca o un caballo, se aparece a los caminantes a la orilla del sendero o recargada en un árbol, y los seduce con sus encantos. Todo en un horario de seis de la tarde a las nueve de la noche, pues todo ente castigador que presuma serlo, debe trabajar como todo un profesional y cumplir un horario. Parece que siempre va riéndose por que exhibe la dentadura, sus carcajadas estridentes y destempladas, hacen estremecer la zona donde se halle.


Los campesinos aseguran que por las noches se oye el macabro triturar de huesos junto a los arboles viejos, que la han visto bailar con esqueletos, y que es capaz de hechizar a cualquier hombre que no lleve consigo una medalla de san Isidro para protección, otra forma de librarse de ella es tener un hogar con niños recién nacidos o mujeres que van a ser madres.


Sobre su origen, cuentan que fue durante la época de la Colonia, cuando vino de España una mujer de malos antecedentes buscando riquezas. Pertenecía a la clase baja, era una ladrona y mentirosa apodada “La Maga”, porque tenía un negocio de adivinación del futuro, en el que además, vendía y traficaba con jóvenes, las utilizaba para embaucar a los hombres, luego los extorsionaba amenazando con destruir su familia. Con estas prácticas rápidamente dejó muchos hogares en la ruina, ocasionando perjuicios lamentables a familias modestas, engañando niñas inocentes, arruinando a hombres que poseían cuantiosas fortunas y otras atrocidades incontables.


Además de sus dotes de destruye hogares y engaña hombres, la maga era sumamente hermosa, lo que le permitía tener lo que quería, sin embargo, los años no pasaban en vano, le vejez le pisaba los talones y las arrugas llegaban a su cuerpo. Negándose a envejecer, llamó al Diablo, el cual respondió rápidamente a causa de su maldad e hicieron un pacto. El Demonio le devolvió la juventud, pero acompañada de un par de colmillos muy grandes que servían para destrozar hombres.


A pesar de aquel pacto, la vida perdida de esta mujer la llevó a la muerte, cuando esto sucedió, su casa se llenó de un olor nauseabundo, hasta el punto de tener que abandonarla de inmediato. Solo una de sus chicas se quedó un poco más para encargarse de las pertenencias, pero el miedo le impidió realizar la tarea, pues una bandada de murciélagos invadió la estancia, para darle mayor resonancia a una voz cavernosa proveniente del dormitorio y que decía fuerte y claro: “…tengo que vengarme de los hombres, de las mujeres livianas, ¡estarán conmigo en el infierno!, soy la Muelona…”. La pobre mujer horrorizada salió gateando a la calle para contar lo sucedido, las autoridades prendieron fuego a la casa maldita para dar paz y tranquilidad a los vecinos quienes vivían inquietos, pero esto solo sirvió para que la Muelona extendiera sus dominios, y vague por las calles y arboledas, buscado una siguiente victima a la cual devorar.