sábado, 30 de septiembre de 2017

Leyenda del Queen Mary




Un barco de lujo embrujado.

Este enorme barco inglés construido en 1937, que ha cruzado el Atlántico mas de 1.000 veces, ha servido de trasporte a las tropas aliadas durante la segunda guerra mundial participando incluso en la invasión de Normandía, y que debe su nombre a la reina de Inglaterra, ha participado en muchos acontecimientos de la historia reciente, pero también es famoso por otros acontecimientos mas “extraños”.

Hoy en día es un hotel de lujo en Long Beach, pero mucha gente no se atreve a entrar en él por estar considerado uno de los centros con mas actividad paranormal del mundo, de hecho hay registros de hasta 55 “manifestaciones” diferentes en varias zonas del inmenso buque y en junio de 2001 la NBC realizo un recorrido interactivo de los fenómenos que ocurrían en el barco. Estos son algunos de ellos:
La puerta 13 de la sala de máquinas: El 10 de Julio de 1.966 se realizaron trabajos de mantenimiento en las puertas herméticas de la sala de máquinas. John Pedder realizó el trabajo de mantenimiento. Era un empleado muy joven, apenas 18 años. Aunque aparentaba algo mayor por la barba que tanto le gustaba tener. Vestía su típico mono azul, lleno de grasa. En un desgraciado descuido, John fue aplastado por la puerta nº 13, muriendo en el acto. Tiempo después, se amontonaron los testimonios de tripulantes y viajeros, que dicen haber visto a un hombre joven con barba, vestido de azul, caminando por el pasillo de la sala de máquinas y desapareciendo en la puerta nº 13.

Una guía turístico avanzaba por el pasillo cuando tuvo la típica sensación de ser observada por alguien. Al girarse pudo ver como una figura se desvanecía delante de sus propios ojos. Inmediatamente, notificó lo sucedido. La descripción que realizó coincidía con los rasgos de John Pedder. Se le mostró un conjunto de fotos para ver si podía identificarlo. De entre toda la muestra, identifico la foto de John Pedder.

La guardería de 3º clase: En uno de los numerosos viajes que el Queen Mary ha realizado por el Atlántico. Una mujer dio a luz. El bebé, que los padres decidieron llamar Leigh Travers Smith. Y fue traído a esta guardería. Pero algo no fue bien. A las pocas horas de su nacimiento murió. Existen testimonios que aseguran haber escuchado, durante la noche, el llanto de un bebé procedente de la guardería. Muchos lo atribuyen al niño, Leigh Travers Smith.

El Salón de la Reina: es un salón de primera clase, donde no falta ningún detalle. Pero la opulencia y el glamour, no está reñida con experiencias extrañas que han vivido muchos de los que han disfrutado de los privilegios de esta estancia.

En una de las tantas visitas guiadas, que grupo de turistas protagonizan. Una niña, que nos visitó con sus padres, afirmó insistentemente que veía a una mujer. Pero lo cierto es que nadie vio, excepto la niña. Ella no dejó de señalarla con él dedo diciendo: “está ahí”. La niña describió a la enigmática visión como una mujer joven y guapa. Ninguno de aquellos turistas imaginó, es que hay informes que recogen testimonios de tripulantes y viajeros, que aseguran haber visto en este salón , a una mujer joven, muy hermosa y vestida de traje de noche blanco, reluciente. Hay quien afirma, que la ha visto bailar elegantemente entre las sombras del salón. Son tan numerosos sus apariciones, a lo largo de la historia del barco, que le han puesto un apodo : “la mujer de blanco”.

Primera clase: a lo largo de la historia del Queen Mary, son numerosos los informes de hechos extraños ocurridos en las habitaciones más lujosas: el sonido del correr del agua de los grifos en mitad de la noche, y posteriormente comprobar que ningún grifo se abrió; el teléfono sonando a altas horas de la noche, sin que nadie haya realizado la llamada; pasajeros que se quejan que la habitación de al lado hacen mucho ruido y no le dejan descansar, sin embargo, se comprobó que la habitación de al lado no estaba ocupada.

En una reciente visita turística guiada. Uno de los turistas, sacó una foto a un espejo de una suite. Al revelarla, comprobó con extrañeza, que en el espejo se reflejaba un hombre extraño. El guía encargado de atender a esta visita, negó rotundamente, que el hombre del espejo fuera parte del grupo de turistas. En un examen minucioso de la fotografía, se compró que tanto el peinado del extraño hombre y sus ropas pertenecían a varias décadas pasadas, concretamente a los años 30.

Las piscinas de primera clase: a este lugar es de acceso restringido. Solo se permite las visitas guiadas. En estas piscinas, es donde más hechos extraños han ocurrido. Son muchos los pasajeros que han comprobado, con cierto grado de horror: como aparecen y desaparecen sin explicación racional, señoras con trajes de baños de época caminando por el borde de la piscina; el sonido del chapotear del agua, como si alguien nadase, cuando en el agua no había nadie; a veces, se han visto avanzar estelas, como las se producen al nadar, pero en esas ocasiones nadie nadaba; en otras ocasiones, se vio como avanzaba las huellas mojadas de un pie invisible. En la piscina de primera clase, se produjeron dos hechos luctuosos. Dos mujeres se ahogaron, una en la década de los 30 y la otra en la de los 60.

Han sido tanto los testigos que aseguran haber vistos hechos sorprendentes, que en los últimos años, se ha decido instalar una cámara.

El barco participó activamente en la segunda guerra mundial. Fue pintando de gris camuflaje y se bautizó como “El Fantasma Gris”. Era tan codiciado por los adversarios nazis, que se ofreció 250.000 dólares de recompensa y la Cruz de Hierro para el capitán de submarino que lograra hundirlo. En unas maniobras nuestro Fantasma Gris embistió al barco inglés Curacoa. Más de 300 soldados ingleses perdieron la vida en aquel accidente. Cuarenta años después de los hechos relatados, se habilitó el lugar exacto de la colisión, para que un equipo de televisión dejara cámaras grabando, evidentemente en aquellos momentos en el lugar, solo estaban las cámaras. Al comprobar las grabaciones, el audio recogió: voces, gritos y golpes que algunos lo atribuyen a los soldados ingleses del Curacoa.

La cocina: pero estas muertes no fueron las únicas en tiempos de guerra. Durante la Segunda Guerra Mundial se produjo el asesinato de un cocinero a manos de sus compañeros. Aún hoy, hay personas que aseguran escuchar los gritos del cocinero.



martes, 26 de septiembre de 2017

El hotel embrujado Driskill



Desde niño soy fanático de los Vaqueros de Dallas, por eso cuando tuve la suerte de ganarme un viaje con todos los gastos pagados, el cual incluía la estancia en un hotel de lujo, no lo pensé dos veces y acudí rápidamente a la embajada a tramitar mi visa y mi pasaporte.Pregunté en una agencia de viajes, cuáles eran los vuelos que llegaban a Austin y me dijeron que para esta semana sólo había dos.

Compré mi boleto y esa misma tarde abordé el aeroplano me llevaría a vivir una de las experiencias paranormales más terribles que me han pasado.

Llegué a mi destino ya me estaba esperando un guía de turistas (que por cierto, hablaba un perfecto castellano). El me mencionó que iba acompañarme al hotel Driskill y que por la mañana iniciaremos el tour.

Arribé a la calle en la que se encontraba el lugar de descanso y quedé estupefacto al observar la magnitud de la construcción. Aquel era un edificio gigantesco que en su interior albergaba un enorme salón de baile y hasta dos restaurantes.

Caminé hacia la recepción y el encargado del hotel me saludo:

– Buenas noches. ¿Hay algo que en que lo pueda ayudar?

– Sí, mi nombre es Maximiliano Rodríguez, el ganador del concurso “Conoce Texas”.

– Lo estábamos esperando. Por favor, muéstreme su pasaporte para poder corroborar su identidad y así darle la llave de su cuarto.

Traté de subir a mi habitación por uno de los asesores, pero tenía puesto un letrero de “Fuera de Servicio”.

Se me hizo un poco extraño que apenas a subir por las escaleras, todo el ruido que había en el vestíbulo se desvaneció y sólo se escuchaban mis pisadas en la alfombra. En ese momento sentí como algo helado me recorrió de pies a cabeza y sólo resolví ingresar a mi cuarto y meterme en la cama.

Como a las tres de la mañana, llamaron a mi puerta insistentemente. Era una voz de mujer, aunque por más que traté de verla por la mirilla me fue imposible. Abrí la puerta y me percaté de que era una dama muy pálida vestida de novia que preguntaba en inglés insistentemente por su prometido.

Yo le dije que el cuarto era el equivocado y que por favor buscara en otra habitación. Cerré la puerta y a los pocos minutos oí de nuevo gritos, sólo que esta vez se trataba de risas que procedían de las escaleras.

Me asomé y observe a una niña que estaba jugando con una pelota de playa en el pasillo.

– Ten cuidado, le grité.

En eso la niña se volteó y vi con horror como tenía el cuello roto y le faltaba parte de un pómulo. Mis nervios no aguantaron más, por lo que tomé mi equipaje y salí de ese lugar corriendo. Después me enteré en las noticias que era uno de los hoteles embrujados más famosos del mundo aunque yo no lo sabía.




sábado, 23 de septiembre de 2017

Túnel de la Engaña




El mundo está lleno de construcciones peculiares, que, al quedar en el olvido, son habitadas por algo más que personas, y llenan dichos sitios de misterio. Tal es el caso del túnel de la Engaña, ubicado en Vega de Pas, Cantabria.

El túnel de La Engaña es una trepanación ferroviaria de casi siete kilómetros que atraviesa de parte a parte la Cordillera Cantábrica. En este tramo la montaña supura agua, piedras y tierra. 

Debido al total abandono de aquel proyecto tan ambicioso de 1941, en el cual intentaron unir los puertos de Santander y Valencia mediante una serie de perforaciones, que hoy no representan más que una vía muerta.

Primero se construyeron barracones y años después, en 1951, comenzaron las perforaciones. Los trabajos estuvieron a cargo de presos y empleados de la empresa Portoles y Cía., ellos cumplían turnos de 12 horas, un ritmo que pocos pudieron resistir. Hubo obreros que contrajeron silicosis durante la horadación quedando condenados a una muerte lenta pero segura, otros tantos murieron aplastados. 

Cuando las obras finalmente concluyeron en la primavera de 1959 el lugar era una tumba de hierro y hormigón para otros, ya que allí perdieron la vida cientos de seres humanos.

Debido a tal historia, no es difícil escuchar ruidos extraños, pasos, susurros, si se mira detenidamente a la oscuridad, se perciben fácilmente las sombras que acechan, vagan y transitan, aparentemente buscando salida de aquella tumba que construyeron.

Distinguir este túnel de otros es sencillo, los antiguos barracones han sido transformados en corrales. En medio del bosque la boca del túnel expulsa humo igual que un dragón. 

El agua resuena en todo su interior y la temperatura disminuye de manera brusca al adentrarse en él. Una vez que estas en sus entrañas, debes estar preparado para el desfile de almas sin descanso, que buscan desesperadamente abandonar ese encierro, tal vez siguiendo tus pasos, para que tú les muestres el camino.


martes, 19 de septiembre de 2017

Leyenda de Felipe el cantarero



En un pueblo de la sierra apareció un día la figura de un hombre desgarbado de nombre Felipe llevaba a sus espaldas un gran costal. Dentro de él guardaba grandes vasijas y ollas de barro. Sin embargo, su rostro y manos llenas de cicatrices hacían que casi nadie se acercara. Suena lógico, ya que la gente estaba acostumbrada a propagar leyendas de terror sobre cualquier individuo que no fuera nativo de la zona.

Aquel sujeto cambiaba a diario su ubicación, con la esperanza de que al fin alguien le comprara alguno de sus cántaros. Luego de mucho resonar, imaginó que lo mejor era colocarse junto a la iglesia, dado que la gente del lugar era creyente.

Poco a poco empezó a ganar clientela y las leyendas negativas empezaron a desaparecer. Cuando el fin pensó que su suerte cambiaría de una buena vez y que volvería a hacer tres comidas al día, se topó con el que se convertiría en su peor enemigo; el sacerdote del pueblo.

Una tarde de enero éste se le acercó al artesano diciéndole: – Llevas ya mucho tiempo aquí. El ajetreo que provocas con tus utensilios de barro distrae a mi feligresía cuando estoy oficiando misa.

– Dispense padre pero no tengo otra parte en donde pueda vender mi mercancía.

– Búscala por otro lado ya que si mañana te vuelvo a ver aquí, te correré a patadas. Me molesta que haya mendigos cerca de mi iglesia.

Veinticuatro horas más tarde, el clérigo al percatarse de que sus palabras no habían sido suficientes. Comenzó a romper las vasijas de barro ante la mirada desconcertada de Felipe.

– ¿Sabe a qué me dedicaba antes padre? Era profeta y puedo decirle que en su futuro cercano veo a la muerte. Exclamó el cantarero.

– Tus historias de terror me importan un bledo, pero sólo por darte gusto dime ¿cómo voy a morir? Su cuerpo será devorado lentamente por organismos rastreros igual que usted.

Esa misma noche, el caballo en el que iba montado el párroco con dirección a su casa, se desbocó proyectándolo hacia un declive del camino. Nadie escuchó sus gritos de espanto cuando las larvas acabaron con su vida una semana más tarde.

viernes, 15 de septiembre de 2017

aeroplano 696



He escuchado que los aviones son el medio más seguro de viajar, ya que la tasa de accidentes es mucho menor que en otros medios de transporte. Sin embargo, siempre he sentido terror al subirme a estas máquinas, sobre todo después de oír la leyenda del Capitán Ovando.

Artemio Ovando era un hombre de aproximadamente 40 años de edad. Poseía gran destreza para manejar todo tipo de máquinas aéreas. Es decir, desde aviones pequeños de carga hasta “Jumbos”.

Decía que no le tenía miedo a nada, salvo a las tormentas eléctricas fuertes, pues un rayo podía dañar seriamente el fuselaje de la aeronave. Era un individuo rutinario, antes de salir del aeropuerto tomaba una biblia de bolsillo y rezaba unos pasajes que tenía marcados con tinta azul.

No obstante en una ocasión, debido a una demora en su itinerario, le asignaron otro vuelo que no era el que él tenía programado. Ahora en vez de dirigirse a la ciudad de Bogotá, debía llegar a Rio de Janeiro.

Ingresó a la cabina, saludó tanto a los pasajeros como a su tripulación y revisó que los instrumentos funcionarán adecuadamente. Más cuando quiso leer sus oraciones, se dio cuenta de que su libro se había extraviado.

– Ahora que recuerdo, estoy casi seguro de que lo dejé en el taxi. Recordó.

En seguida se levantó de su asiento e intentó salir del avión para comprar otro ejemplar en alguna de las tiendas del aeropuerto. Sin embargo, el copiloto le rebatió:

– ¿A dónde va capitán? Ya es casi hora de salir y no nos podemos demorar. ¿Se le ofrece algo?

– No. Bueno… Si, necesito una biblia para poder iniciar el trayecto.

– No me diga que es supersticioso. Un hombre de su sapiencia debe ser consciente de que los individuos fabrican su propia suerte. O sea, que no dependen de deidades que los protejan. Míreme a mí, nunca me ha pasado nada y jamás hago ninguna especie de cábala.

– De acuerdo, creo que tienes razón. Sigamos adelante con el plan de vuelo.

Ovando encendió las turbinas y despegó. Los instrumentos de navegación de la aeronave comenzaron a fallar pasada una hora con seis minutos. Aun así es que no se asustó ya que el copiloto le comentó:

– Sé algo de astronomía, puedo ubicarme fácilmente con sólo mirar las estrellas. Es más, conozco un atajo para llegar más pronto a nuestro destino. Sobre todo porque veo que las nubes se comienzan a nublarse y con seguridad caerá una fuerte tormenta.

– Tú diriges muchacho. Respondió el capitán.

Ovando siguió las instrucciones de su subalterno hasta que reconoció que la ruta hacia la cual se dirigía era al Peñasco del Diablo (Algo así como el Triángulo de las Bermudas).

– ¡Hay que salir de aquí lo más pronto posible! El avión no resistirá la fuerza de las corrientes de aire. Dijo Artemio, quien al girarse hacia su lado derecho vio cómo el copiloto se había transformado en un espectro de baja estatura y de tono violeta.

Utilizando sugestión mental, la siniestra aparición hizo que el piloto dirigiera la nave en picada, con lo cual el artefacto se hizo pedazos al estrellarse de lleno con el agua.

Los cuerpos de rescate sólo lograron recuperar una porción lateral del avión. Lo excepcional del descubrimiento fue que el número grabado en la lámina había cambiado, ya no era el 696, sino el 666.


sábado, 9 de septiembre de 2017

Leyenda del niño de la pelota



Se cuenta que ubicado en Av. López Mateos del estado en Aguascalientes, México, hay un edificio de oficinas, donde habitualmente algunos empleados salen un poco más tarde de lo acostumbrado. En esa ocasión una chica había abordado el ascensor y un hombre apresurándose a poca distancia le pidió que esperara por él.

Amablemente la chica se paró entre las puertas para evitar que estas se cerraran. El hombre abordó, y mientras se daban las buenas noches, notaron que el ascensor subía.

El hecho les pareció un poco extraño, pues se suponía que estaba programado para no ir más allá de ese piso, pues el de arriba se encontraba clausurado y nadie trabajaba ahí.

El ascensor se detuvo en el cuarto piso, pero las puertas no se abrieron por lo que pensaron que había sido un fallo temporal, pero alcanzaron a escuchar las risas de un niño, que jugaba con una pelota. Sin darles tiempo de pensar nada, el elevador bajó, al salir vieron al velador y le comentaron lo sucedido.

El hombre muy tranquilamente les dice que también lo ha escuchado, que se trata del espíritu de un niño que falleció ahí años atrás, cuando su pelota fue a parar al cuarto piso, el chico fue por ella y al ver que se acercaba un guardia, se escondió para hacerle una broma, pero al momento que el niño salió gritando, el guardia le disparó pensando que era un ladrón.

Desde entonces el niño juega tranquilamente en el cuarto piso, quien se queda hasta tarde puede escuchar las risas, los pasos, los golpes de la pelota contra el piso.

Otros sin tanta fortuna han visto la pelota bajar por la escalera cuando al niño se le cae desde el piso de arriba, esta tiene marcadas con quemaduras las pequeñas manos del niño… después de esto la gente renuncia a su empleo, pues se sabe que detrás de una pelota… siempre viene un niño… y no les gustaría toparse con el pequeño fallecido.