viernes, 4 de septiembre de 2015

Puertas egipcias a otros mundos



Pasarán los años y nunca dejaremos de sorprendernos con cada uno de los descubrimientos que se sigan haciendo en Egipto, y es que todos ellos encierran, de alguna manera, un momento mágico en la historia de la humanidad y la incógnita de un pasado que aún no terminamos de entender.


Se sabe del enorme conocimiento científico que tenían los egipcios y ello ha quedado demostrado en cada una de las maravillas con las que han sorprendido al mundo antiguo y al moderno, además del profundo sentir espiritual hacia lo místico y lo esotérico, que muchas veces algunos han pensado que podrían estar de alguna manera relacionados con su gran sapiencia.

Siempre estuvieron muy expectantes con el tema de las otras dimensiones y con el “más allá”, lugares a los que solamente podrían viajar los personajes de gran abolengo en su sociedad, tales como faraones, visires, sacerdotes, entre otros. Es por ello, que en las tumbas de estos se colocaban accesos que estaban destinados a ser los portales que los trasladarían a estos destinos de divinidades.


Hace poco se halló una puerta que tenía una antigüedad de unos 3.500 años y que al parecer perteneció al ministro principal de la Reina Hatshepsut, en el siglo XV antes de Cristo.

La tumba se halla cerca al Templo de Karnak, en Luxor, por lo que se estima que el personaje revestía gran importancia para la sociedad de entonces, lo que lo favorece con este tipo de atribuciones.


Esta puerta, de 1.75 metros de alto, está construida en granito rosado y está enmarcada con símbolos religiosos, y se sabe que había sido colocada en el lugar para que pudieran acceder a estas dimensiones reservadas para ellos, por las que podían entrar y regresar por ellas, lo cual nos lleva al tema de la reencarnación o de la existencia de otras formas de vida que aún no conocemos.


Esta misteriosa piedra que sirvió como puerta había sido removida anteriormente para ser colocada en una pared durante la época de los romanos, pero rescatada ahora para el estudio y análisis de la ciencia moderna.


Puerta falsa

Una puerta falsa es un elemento arquitectónico existente en las tumbas del Antiguo Egipto. Los egipcios creían que la falsa puerta era un umbral entre el mundo de los vivos y el de los muertos, y que a través de ella una deidad o el espíritu del fallecido podían entrar y salir. La puerta falsa suele ser el punto principal de la cámara de ofrendas de una tumba, donde los miembros de la familia podían colocar obsequios para el difunto en una losa especial situada delante de la puerta.


La mayoría de las puertas falsas se encuentran en la pared oeste de la capilla funeraria o cámara de las ofrendas porque los egipcios asociaban al oeste con la tierra de los muertos. En muchos mastabas, tanto el marido como la esposa tenían su propia puerta falsa.


Descripción

Una falsa puerta por lo general está tallada en un solo bloque de piedra o en una plancha de madera o incluso pintada, no está destinado a funcionar como una puerta normal. Situado en el centro de la puerta hay un panel plano o nicho, en torno al cual varios pares de jambas transmiten la ilusión de profundidad, y una serie de marcos, la entrada a un pasillo. Un tambor semi-cilíndrico, tallado directamente encima del panel central, imita el sello rojo con el que se cerraban las puertas reales.


La puerta estaba enmarcada con una serie de molduras y dinteles y una escena que representaba al fallecido delante de una mesa de ofertas. A veces, había imágenes talladas de los propietarios de la tumba en el nicho central de la puerta falsa.


Inscripciones

Los laterales están cubiertos por lo general con inscripciones con los nombres y títulos de los fallecidos, así como una serie fórmulas de ofrendas. Estos textos ensalzan las virtudes de los fallecidos y expresan deseos positivos para el más Allá. Por ejemplo, la falsa puerta de Anjires dice:
"El escriba de los documentos la casa del dios, la stolist de Anubis, el seguidor del gran Tjentet, Anjires". El dintel dice:
"Su hijo mayor fue el sacerdote lector Medunefer, quien hizo esto para él".
Y a izquierda ya derecha se puede leer leer:
"Un obsequio del rey y de Anubis, que habita en el divino santuario, para darle sepultura en el oeste por haberse hecho viejo lo más perfectamente posible.

Su hijo mayor, el sacerdote lector Medunefer, actuó en su nombre cuando fue enterrado en la necrópolis.
El escribano de la casa del dios de los documentos, Ankhires".


Historia

La configuración de la falsa puerta, con su serie de jambas, proviene de un nicho con una fachada de palacio que se convirtió en un motivo arquitectónico en el periodo predinástico y el Imperio Antiguo. La puerta falsa se utilizó en primer lugar en mastabas de la tercera dinastía, y su uso se convirtió en casi universal en las tumbas de la cuarta a sexta dinastías. Durante los casi ciento cincuenta años que abarcan los reinados de los faraones Meryra Pepy, Merenra I, y Neferkara Pepy, (dinastía VI), la falsa puerta sufrió una serie de cambios que afectan a la disposición de sus elementos, permitiendo a los historiadores fechar las tumbas por el estilo de falsa puerta que se utilizó en ellas.


Después del primer periodo intermedio la popularidad de las falsas puertas disminuyó, siendo sustituidas por estelas como principal superficie para la escritura de inscripciones funerarias; pero durante el Imperio Medio se comenzó a pintarlas en el interior de los sarcófagos, para que el difunto pudiese salir de él.

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1 comentario:

  1. hola, la puerta inca de la foto no tiene referencia del lugar de su ubicación, me interesaria saberlo,gracias

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