viernes, 15 de enero de 2016

La ciudad sumergida de Japón. ¿Restos de la civilización Mu?



El yacimiento se encuentra a escasos kilómetros de la isla Yonaguni y en ellos puede verse una ciudad sumergida, que según calculan los científicos, tiene unos 10.000 años de antigüedad, lo que supondría una de las ciudades mas antiguas del planeta y que podrían ser ni mas ni menos que los restos de una civilización avanzada bastante anterior a la edad de piedra.


Muchos geólogos afirman que las estructuras son formaciones naturales causadas por los sucesivos terremotos que asolan la zona. Aunque no faltan tampoco teorías al otro lado de la balanza que afirman que los restos son los antiguos vestigios de la civilización Mu, que según los partidarios corrieron la misma suerte que los habitantes de la Atlántida.


Como dato curioso, podemos destacar que algunas estructuras están formadas por piedra calcárea, una piedra que no existe en esa zona. Además, en una de las formaciones, existe un túnel bien tallado que hasta el día de hoy no encajaría de ningún modo con las teorías naturales.

En un extremo del monumento más importante, se encuentra una piedra ovalada que llama la atención ya que es imposible que, tan perfectamente tallada, corresponda a una formación natural. Su extremo superior está orientado hacia el norte y podría haberse usado para determinar la hora del día.

Tras el terremoto del día 4 de Mayo de 1998, el yacimiento fue parcialmente destruido. No obstante, iba a deparar una gran sorpresa para los exploradores, ya que encontraron nuevas formaciones, parecidas a los Zigurats de Mesopotamia.

No se puede negar que esta ciudad existió, probablemente no tenga la antiguedad que le atribuyen algunos arqueólogos, pero quien sabe, quizá antes de la edad de piedra ya existían ciudades de piedra. ¿Quien eran sus habitantes?


La civilización Mu

El continente de Mu, era una inmensa llanura de clima tropical y vegetación exuberante. Este paraíso terrenal era fértil y propicio para todos los cultivos. Ciudades importantes agrupaban a una población numerosa, calculada en más de 60 millones de personas en el momento de la catástrofe.

Mu era el centro de la civilización, y los demás focos de la cultura eran sólo sus colonias.

Los habitantes se dividían en diez tribus y se dedicaban a la agricultura, a la navegación y al comercio. Todos adoraban al sol y creían en la inmortalidad del alma. El pueblo dominante era el de raza blanca, con ojos y cabellos oscuros.


la hegemonía que ejercía sobre los demás pueblos y razas era de las más benévolas; el salvajismo y la violencia no existían en ese edén encantador.

Este magnífico conjunto, que albergó la civilización más antigua que conoció nuestro planeta, fue borrado de la faz de la tierra por una serie de violentísimas erupciones volcánicas y de maremotos gigantescos, que transformaron ese vasto continente en la miríada de archipiélagos que se encuentran en la actualidad en el centro del océano Pacífico. Caminos, Ciudades y templos se hundieron en las profundidades, y los escasos supervivientes, incapaces de seguir viviendo de forma casi totalmente salvaje, reducidos al canibalismo, desaparecieron rápidamente, sin poder adaptarse a las nuevas condiciones de vida, demasiado diferentes de las que les había asegurado durante milenios una civilización superior.


Así, el recuerdo del continente desaparecido se perdió progresivamente y sólo algunas poblaciones que habían mantenido contacto con él pudieron transmitir, por medio de sectas de iniciados, como la de los Naacal, las tradiciones y el lenguaje de la civilización de Mu. Numerosos textos, sobre todo en el área de la civilización mexicana precolombina, parecen confirmar esta terrible leyenda.

Sin embargo, no hay que perder de vista que siempre es posible dar una interpretación puramente simbólica de la descripción de una catástrofe.

Uno de los especialistas de la Atlántida, el coronel A. Braghine, formuló una hipótesis, según la cual un cuerpo celeste se estrelló contra la tierra en el Pacífico hace alrededor de 12000 años, lo que habría provocado un considerable cataclismo geológico, que podría incluso haber causado el desplazamiento del eje de nuestro planeta.


Se conoce la importancia de las caídas de meteoritos acaecidas en tiempos históricos: el cráter de Coon Butte, en Arizona, tiene 1200 metros de diámetro, es un ejemplo de esto.

En la medida en que numerosas fuentes antiguas, sobre todo egipcias y precolombinas, evocan un cataclismo de este tipo, podemos imaginar que realmente se produjo, y que acarreó la desaparición de Mu, patria original de la humanidad.

El cinturón de fuego que rodea el Pacífico, no sería, entonces, más que la gigantesca cicatriz que marca los límites de esa formidable colisión producida hace doce mil años.

El debate sigue abierto en cuanto a la realidad histórica de Mu; si la admitimos, es fácil imaginar el número de preguntas para las que habrá que hallar una respuesta.


Los elementos disponibles son menos numerosos que los que apoyan la realidad de la Atlántida. Pero, sin duda, queda mucho por descubrir en los archipiélagos de los mares del sur.

El primero en poner la existencia de el continente Mu como una posibilidad fue el coronel james Churchward, oficial de la armada británica en la india. Todo empezó cuando se hizo amigo de un sumo sacerdote de un templo hindú que tenia en su poder unas tabletas de barro que habían sido guardadas y olvidadas a lo largo de los años por los sacerdotes hindúes. Con el paso del tiempo, Churchward y el sacerdote hindú fueron descifrando la existencia de una civilización madre que había crecido, florecido y repentinamente decaído. Churchward siguió recopilando datos de este enorme rompecabezas cuyo resultado fue una extensa imagen de Mu narrada en el libro ”Mu el continente perdido”.


Lemuria es llamada Mu, parecido al nombre ‘Moo’, lo cual nos lleva a la ‘diosa vaca’, en particular referido a Hathor, una antigua fuerza creadora egipcia. En Gaul encontramos a Damona, la Diosa de la fertilidad y la sanación. Su nombre significa ‘vaca divina’. Las Diosas Vaca eran ligadas a la fertilidad y a la abundancia. En los reinos celtas encontramos a la Diosa del río, Boyne que significa ‘Señora de las vacas blancas’. Boann es la Diosa de la recompensa y la fertilidad cuyo tótem es la vaca blanca sagrada.

Hay una teoría acerca de que los conocimientos de Mu fueron guardados en cristales justo antes de ser destruida esta historia es similar a los cráneos de vidrio recientemente hallados en diferentes partes del mundo que según cuenta la leyenda maya hay trece enterrados en el mundo y que cuando los trece se junten revelan grandes secretos.


“De absoluta perfección en su pulido y elaboración, este cráneo realizado sobre una roca de cristal de cuarzo de gran pureza deja atónitos a expertos. El objeto fue hallado en una antigua ciudad maya (Lubaantún, que en lengua maya significa “piedras caídas”) por Anna Mitchell-Hedges en 1924 de forma absolutamente casual, justo el día de su diecisiete cumpleaños. Hija adoptiva del intrépido y polifacético explorador Frederick A. Mitchell-Hedges, afirma: “Durante días veíamos algo entre las piedras al recibir los reflejos del sol y no descansamos hasta hacer accesible aquel lugar. Fui yo quien lo rescató porque mis manos eran más pequeñas que las de los demás y se lo enseñé a mi padre. Él se resistía a creer en el descubrimiento de aquel cráneo de cristal…”


El cristal fue tallado en contra del eje natural del cristal, a pesar de que los modernos escultores no lo harían, porque esto provocaría la rotura de la pieza de cuarzo, ni siquiera utilizando la tecnología láser, ya que tendría idénticos resultados sobre el cristal. El misterio se complica si comprobamos que no es esta la única calavera de cristal que existe. Otras dos calaveras de cristal se encuentran en el Museum of Mankind, en Londres, Inglaterra, y en el Trocadero Museum, en París, Francia. Ambas fueron halladas por soldados en México durante la década de 1890, y están talladas sobre puro cristal de cuarzo y presentan diferencias con respecto a “El Cráneo del Destino”. Son de una sola pieza y la calidad del esculpido y del material es bastante menor. Y existen varias más.”

Otros blogs que te pueden interesar.


Image and video hosting by TinyPic

No hay comentarios:

Publicar un comentario