viernes, 21 de agosto de 2015

El niño de somosierra



Juan Pedro Martinez Gomez, un caso que llega a bordear lo paranormal por su extrañeza. Un suceso que tras más de veinticinco años aun sigue sin ofrecer explicación. Un caso que la Interpol no dudó en calificar como el más extraño de toda Europa. La desaparición de Juan Pedro Martínez a día de hoy aun es un gran misterio y un profundo enigma para los investigadores.



El 26 de junio de 1986, el joven Juan Pedro de diez años de edad se subía a la cabina del camión Volvo de su padre, Andrés Martínez camionero de profesión, junto a su madre Carmen Gómez, rumbo a una empresa petroquímica de Bilbao. Andrés transportaba en su camión una cisterna con 20.000 litros de ácido sulfúrico óleum que salía a las siete de la tarde desde una pequeña pedanía Murciana, Las Canovas. En uno de los tramos del itinerario, el camión cisterna volcó a gran velocidad en una de las variantes de la antigua Nacional I. Un impacto que produciría una brecha considerable en la cisterna que acabaría por resquebrajarse y esparcir el ácido por carretera, campo y río para originar una catástrofe sin precedentes en la zona. El ambiental no fue el único costo del accidente, Andrés Martínez y su esposa, Carmen Gómez, yacían sin vida entre el amasijo de hierros.


Una vez la Guardia Civil hubo identificado los dos cadáveres, tocaba la parte mas dura, la de comunicar el fallecimiento a los familiares. Pero en esta ocasión la sorpresa seria mayúscula cuando uno de los familiares preguntó: "¿Y cómo está el niño? ¡Por favor, dígame que mi nieto está bien!". "¿El niño? ¿Qué niño? En ese camión no viajaba ningún niño, señora" logró contestar el miembro de la Benemérita.


El nombre de Juan Pedro Martínez Gómez corrió como la pólvora en boca de todos. Había un tercer ocupante de aquel siniestro del que no se encontraban ni rastro por aquella zona. Sólo una goma de la zapatilla que según creen, llevaba el jovencísimo Juan Pedro en aquel desafortunado viaje.


Se buscó por toda la cabina alguna mínima pista, se repartieron miles de carteles con la foto de Juan Pedro, e incluso se experimentó con el ácido para comprobar si éste fue el causante de una hipotética disolución, extremo que los expertos químicos desecharon por completo. No existía rastro de Juan Pedro, por entonces ya mas conocido como 'el niño de Somosierra'. Las investigaciones se centraron en el tacógrafo del camión, su caja negra. Según aquel, el viaje lo emprendieron a las siete de la tarde, teniendo como primera parada un lugar llamado la Venta del Olivo, a pocos kilómetros de Cieza, en Murcia. La segunda parada la realizaron a las 0:12 horas en la localidad de Las Pedroñeras. Siendo casi las 3:00 de la mañana cuando llegaron a la gasolinera 'Los ángeles', en la entrada de la capital de España. Dos horas y media después efectuaron la parada definitiva en el mesón Aragón, en las faldas del puerto de Somosierra.


En esta ultima parada, en el mesón Aragón, un camarero vio por última vez al niño desaparecido e incluso lo describió perfectamente ya que le llamó la atención la forma en la que iba vestido, completamente de rojo. En la siguiente hora y veinte minutos, después de esa parada y antes del accidente, se registraron hasta un total de doce paradas y un cambio brusco de velocidad sin motivo aparente, llegando a los 140 km/h, dato al que nunca encontraron explicación.


Pero el relato más curioso y enigmático del caso, es el de dos pastores de la zona que fueron testigos del accidente y que así se lo hicieron saber a las autoridades. Estos dos vecinos de la zona atestiguaron que inmediatamente después del accidente y aprovechando la confusión y el caos propio del suceso, observaron a dos individuos de una altura considerable, de tez blanquecina y engullidos en unas batas blancas que les llegaban hasta los tobillos, salir de una furgoneta blanca, tipo Nissan Vanette, acercarse a la cabina del camión y posteriormente llevarse un gran bulto.


Posteriormente también se recibieron numerosas llamadas que afirmaban haber visto a Juan Pedro Martínez en diferentes puntos de la geografía nacional, sobre todo en Bilbao, donde se aseguraban que el 'niño de Somosierra' deambulaba por una zona industrial de la capital vasca. Posteriormente, las investigaciones de la policía desecharon esos testimonios al no encontrar ninguna prueba de ello.


La Interpol catalogó este caso como el más extraño de Europa y como hemos podido relatar, no es para menos. Se podría decir que es extraño, enigmático e incluso paranormal y que tras más de veinticinco años del terrible suceso, el paradero de Juan Pedro Martínez Gómez, 'el niño de Somosierra' sigue siendo una incógnita inexplicable. Las preguntas permanecen en el aire: ¿Quién eran aquellos individuos con batas blancas?; ¿Qué guardaba el bulto que sacaron de la cabina del camión?; ¿A qué se debe que el tacógrafo registrase hasta doce paradas en menos de una hora y media?; ¿Por que aquel puntual acelerón del camión? Y la más importante de todas: ¿Dónde está Juan Pedro 'el niño de Somosierra'?

Otros blogs que te pueden interesar.


Image and video hosting by TinyPic

1 comentario:

  1. Con más de tres décadas y con el caso preescrito,no se sabrá nada de Juan Pedro Martinez Gomez ni de sus secuestradores.

    ResponderEliminar