jueves, 9 de julio de 2015

La Guerra de Troya



Grandes Batallas de la Historia, El Asedio de Troya. Como casi todas las batallas y guerras de la antigüedad, es difícil hablando de hace 3.000 años separar la mitología de la pura realidad, ya lo que ha llegado de la Guerra de Troya hasta nuestros días ha sido exclusivamente gracias a las obras de Homero, la Iliada y la Odisea. En cualquier caso la fascinante historia de Troya es digna de ser contada.


Todo comenzó con una predicción de Casandra, hija de Príamo Rey de Troya, la cual vaticinaba la destrucción de Troya por culpa del nacimiento de su hermano, el Principe Paris. Por esto Paris fue abandonado a su suerte cuando era bebé para que muriese, algo que nunca ocurrió ya que Paris fue recogido y criado por un pastor. 


Años después tras enterarse de su verdadera procedencia Paris vuelve a la corte troyana donde se le da ya todos los honores como príncipe.


Paris es invitado a una fiesta en el palacio de Menelao, Rey de Esparta de Tíndaro y recién casado con la considerada mujer más bella de la Tierra, Helena. Fue en este encuentro en el que Paris con la supuesta ayuda de Afrodita seduce a Helena y ambos se fugan con destino a Troya donde sería desde entonces Helena de Troya. 


Menelao se toma la fuga como un secuestro y convoca a una gran coalición de polis griegas para atacar Troya ya que los principales líderes de las polis habían pactado antes que todos defenderían el matrimonio de aquel que eligiese Helena.


 La guerra estaba servida, y Troya debía prepararse para ser atacada por una gran flota que pronto llegaría a las famosas murallas de la ciudad, las cuales ningún enemigo había podido superar.


Guerra: La Guerra de Troya.

Fecha: 1.194 a.C - 1184 a.C.

Lugar: Troya.

Resultado: Victoria aquea.

Clave: Estrategia del Caballo de Troya.

Beligerantes

Ejército aqueo (coalición griega) Ejército troyano


El gran ejército griego estaba liderado por el hermano de Menelao, Agamenón, y contaba con la ayuda de Aquiles, el mejor guerrero de la antigüedad divinamente protegido, así como de su primo y discípulo Patroclo. También contaba con la ayuda de Ulises (principal protagonista de la Odisea) el más astuto e inteligente y de Ajax, un gigante de fuerza inusitada. 


Por su parte los troyanos confían ciegamente en el Principe Héctor, hermano de Paris, carismático y glorioso general de las tropas troyanas. No obstante a pesar de que las murallas de Troya son una gran ventaja, los aqueos les superan en una proporción de 10 a 1. 


Tras un viaje complicado de la flota griega, con equivocaciones en el rumbo y con repentinas faltas de viento la gran flota llega hasta las inmediaciones de Troya, en cuyas playas se libra una importante batalla en la que el ejército troyano liderado por Héctor cosecha su primera derrota contra el ejército aqueo (ejército griego) siendo la presencia de Aquiles en la batalla especialmente importante.


Los griegos pronto sitiaron la ciudad durante 9 largos años y arrasaron las aldeas cercanas donde tomaron multitud de esclavos, entre ellos Criseida, la hija de Crises sacerdote de Apolo, al que este mismo imploró un castigo para los griegos que no se hizo esperar y se manifestó en forma de una gran plaga que diezmó a las tropas aqueas.


Agamenon decidió devolver a Criseida pero solo a cambio de la Concubina de Aquiles el cual pronto entró en rebeldía y se negó a luchar junto con sus hombres más leales que constituían la élite del ejército aqueo.


La falta de Aquiles y sus hombres fue muy acusada por el ejército aqueo que en los siguientes días cosechó una gran derrota en la que Menelao muere, la derrota fue primero frente a las murallas de Troya y más tarde en su retirada hacia las playas, llegando los troyanos incluso hasta los barcos griegos incendiando alguno, no obstante Ajax que se alzó en la batalla como el líder simbólico del ejército aqueo consiguió junto a sus hombres en minoría resistir al avance troyano e incluso la derrota se pudo convertir en victoria cuando Patroclo, primo de Aquiles llegó al combate con la armadura de Aquiles con el consentimiento de este en vista de lo difícil que se estaba tornando la situación. 


Creyendo todo el mundo que Patroclo era el mismísimo Aquiles elevó claramente la moral de la tropa y muchos hombres que se retiraban volvieron a un combate en el que poco a poco los griegos se zafaban de la presión troyana. 


No obstante el Príncipe Héctor en un duelo personal, mató a Patroclo creyendo que era Aquiles y se quedó su armadura como preciado botín de la batalla.


Aquiles cegado por la ira y las ganas de venganza mató a Héctor arrastrando su cadáver por las tierras troyanas dando hasta 3 vueltas a la ciudad y 13 cada día por la pira funeraria de Patroclo.


El Rey Príamo de Troya y Hermes, acudieron disfrazados de noche al encuentro con Aquiles para pedirle por favor que le devolviese el cadáver de su hijo, a lo que Aquiles finalmente y basado en el profundo respeto que le tenía como enemigo accedió, e incluso acordaron una tregua de 12 días por lo funerales de Héctor que se vivieron en Troya con una especial y profunda pena, puesto que había caído ese hombre que tantos días de gloria había dado a su pueblo. 


Poco después de la muerte de Héctor, Paris vengaba a su hermano de un flechazo en el talón de Aquiles, su único punto débil. 


De tal muerte se dice que el mismísimo dios Apolo fue el que dirigió la flecha directamente al talón de Aquiles siendo este enterrado en la misma pira junto a su primo Patroclo. 


La lucha se reanuda y el siguiente en caer sería Paris de un flechazo a manos de Filoctetes, un gran amigo de Heracles.


Pero la guerra, que ahora parece ya favorable a Troya se decidirá con una treta que idearon los griegos quienes construirían un gran caballo de madera que en su interior llevaría oculto a Ulises junto con un centenar de sus mejores hombres, que a modo comando abrirían las puertas de la ciudad dejando entrar al grueso del ejército griego que ocultos aguardaban su momento para actuar.


Sinón, pariente de Ulises, era un espía griego que convenció a los troyanos de que el caballo era un presente para la diosa Minerva. Pero el caballo es tan grande que los troyanos hasta derriban una parte de su muro para meterlo en la ciudad, en toda la cuidad se celebra con gran júbilo la victoria troyana, de forma que toda la ciudad esta inmersa en una vorágine de alcohol y desenfreno, ni si quiera los centinelas están vigilando las zonas próximas a las murallas. 


Sinón cuando estimó que la situación era la idónea abrió el vientre del caballo dejando salir a los soldados griegos quienes hicieron una gran señal de fuego que advertía al grueso del ejército aqueo de que era la hora de atacar la ciudad.


Los griegos pronto entraron en Troya sin apenas resistencia, saqueándola matando (incluyendo al Rey Príamo) y tomando a todos los supervivientes como prisioneros, tan solo unos pocos afortunados, entre ellos Helena pudieron escapar por medio de pasadizos secretos. 


Tras 10 años, para los griegos ya era hora de volver a casa, algo que no iba a ser ni mucho menos un camino de rosas pero eso ya es otra historia, la historia de la Odisea.







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