En esta ocasión hablamos de un mítico y extraño ser de gran estatura y tonalidad clara. Se tiene constancia de él en Las Hurdes desde al menos 1833, cuando la comarca aún pertenecía a La Alberca.
La última aparición de esta enigmática criatura se produjo a mediados de 1965 en las inmediaciones de la alquería de Fragosa. Allí los hermanos Juan e Isabel Mercedes Domínguez volvían una tarde de recoger melocotones del huerto, venían charlando, se encontraban ya cerca del pueblo cuando de repente comenzaron a escuchar un sonido parecido al de unos cascabeles. Extrañados miraron hacia todos los lados y se percataron de que en la pared trasera de unos de los corrales de pizarra se entreveía una especie de mancha blanquecina que parecía tener vida, pues realizaba extraños movimientos.
Al aproximarse comprobaron horrorizados como aquella “mancha” traslucida realmente tenía forma humana. Este extraño humanoide de aspecto gelatinoso tenía un cuerpo bastante desproporcionado, debería medir unos dos metros y medio, los brazos los tenía en cruz respecto al tronco y los movía armoniosamente. Su cuerpo realizaba extraños giros a derecha e izquierda. De repente, como si hubiese notado su presencia, el gigante comenzó a andar en su dirección, lo que provocó el espanto de los hermanos que huyeron despavoridos.
Los hermanos llegaron a casa en pleno estado de shock, lo que produjo que todo el pueblo se pusiera en alerta. Un numeroso grupo de hombres armados con antorchas y escopetas hicieron una batida esa misma noche sin éxito. Desde aquella tarde de 1965 no existe constancia de que se haya vuelto a pasear este inquietante gigante por la comarca.
Como curiosidad decir que durante todo el tiempo que estuvieron frente a este humanoide se estuvo escuchando el sonido de unos cascabeles.
Otros blogs que te pueden interesar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario