En nuestros días, todo el mundo intenta destacar entre la multitud. Para hacerse ver muchas personas llegan a los límites de lo impensable, incluso a lo aterrador. Tal vez esa sea una de las razones por las que adoramos a los zombis, en esta entidad se articulan los miedos modernos sobre la disolución del individuo mismo, literalmente, una masa sin cerebro que arrastra los pies. Pero los muertos vivientes han existido entre nosotros desde hace siglos.
Durante la celebración de la más horrible de las fiestas, Halloween, echemos un vistazo a la historia de los zombis, su ascenso a la popularidad, y la posterior evolución hacia nuevas y más aterradoras formas. Aviso de seguridad: no salgas por tú cuenta, haz todo lo posible para no ser mordido, y, si ataca, siempre apunta a la cabeza.
Mientras que la evidencia de las supersticiones de zombis se ha encontrado recientemente en Irlanda medieval, el zombi moderno remonta sus orígenes hasta las culturas pre-coloniales africanas. Los chamanes africanos del este eran químicos magistrales, y podían transformar a las víctimas en “Nzambi“.
En primer lugar, aplicaban a hurtadillas polvo de pez globo en las plantas de los pies de la víctima, esta sustancia entraría en el cuerpo a través de las glándulas sudoríparas. Una vez dentro, el veneno ataca el sistema nervioso, dando lugar a un estado de parálisis total que fácilmente se confundía con la muerte. Una pasta hecha de las vainas de la flor brugmanisa, que crece en las regiones tropicales del mundo, se frotaba más tarde en el ‘difunto’. Esto contrarrestaba el veneno de los nervios, y volvía a la persona a la vida.
En el siglo XIX el naturalista Johann von Tschudi señaló, sin embargo, que la flor brugmansia también tiene algunos efectos secundarios bastante alarmantes. Él describe a un hombre con la ‘mirada perdida en el suelo’ después de ingerir una sustancia de brugmansia, con ojos que eran de un ‘rojo brillante’, y que alternaba entre murmullos en voz baja hasta fuertes y desgarradores chillidos, aullidos, quejidos y gemidos. ¿Suena familiar? Los ‘muertos vivientes‘ habían nacido.
Muchos africanos occidentales fueron tomados como esclavos bajo el amparo de las bárbaras prácticas coloniales, sus creencias y religiones, sin embargo, fueron con ellos a las plantaciones de las islas húmedas del Caribe. En Haití, la fusión gradual de la religión africana y el folklore con el cristianismo católico vio el nacimiento de vudú. El zombi sobrevivió a esta transición, y llegó a connotar como un tipo de servidumbre sin sentido, como un muerto viviente que, se creía, era controlado por las malvadas brujas. Mientras que Haití fue el único país con éxito en la revolución contra sus opresores coloniales y protegiendo a su pueblo de un retorno a la esclavitud, muchos críticos sociales y culturales han acreditado la popularidad histórica del zombi (y sus connotaciones de servidumbre ciega) en la cultura haitiana como una relación directa con los temores de la vuelta a la esclavitud.
A principios de la década de 1920, William Seabrook, un periodista estadounidense, navegó a la isla. El resultado de sus viajes fue la publicación en 1929 de La Isla Mágica. El libro, cuya principal ocupación era el fenómeno zombie y el sensacionalismo vudú como una práctica oculta de oscuridad y mal, terminó por capturar la imaginación de América.
Y así comenzó nuestro primer enfrentamiento con los muertos vivientes en Hollywood y en la imaginación occidental. La película de 1932, White Zombie, protagonizada por Bela Lugosi (el Drácula original) fue una de las primeras películas de zombis, y también una de las primeras en presentar una versión diabólica del vudú. A partir de los años 50 y principios de los 60, Hollywood suplantó a chamanes malvados del vudú para temas más modernos, y películas como Plan 9 del espacio exterior, representaban a los extraterrestre tomando el control del mundo y convirtiendo a los humanos en verdaderos zombis.
Eso fue hasta que George Romero irrumpió en la escena, para entonces, los zombis eran esclavos sin emociones, una especie de robot, bajo el control de un maestro vudú extraterrestre. La primera película de Romero La noche de los muertos vivientes eliminó por completo las reglas y conductas tradicionales de los zombis y escribió un capitulo completamente nuevo: introdujo el clásico arrastre al caminar, su apetito por los cerebros y los cadáveres podridos con los que nos sentimos tan familiarizados.
La aparición de armas biológicas, la clonación, la irrupción del SIDA y el miedo a las epidemias posteriores (gripe aviar, gripe porcina, SARS), ha sido material para que los virus dominen completamente la trama de las películas de zombis de hoy. Y, a pesar de las excepciones obvias (como Zombie Strippers) los no-muertos han seguido evolucionando hacia formas más y más terroríficas. El moderno clásico de culto 28 Days Later y filmes como REC acabaron con los tambaleantes y lentos zombis, y pudimos ver a los no-muertos corriendo a velocidades increíbles mientras intentaban destripar a sus victimas con una ferocidad de pesadilla.
¿Espeluznante? Sí, pero, por suerte, totalmente imaginario. Aunque… este año, un hombre desnudo fue sorprendido comiendo la cara a un hombre sin hogar al lado de una calle de Miami, a la vista de los transeúntes. Cuando un oficial de policía le dio la orden de detenerse, el hombre levantó la vista y gruñó. Incluso después de ser baleado por la policía, el hombre continuó su comida.
Este incidente ha sido sólo uno de una serie de historias muy inquietantes, como la de un hombre de Nueva Jersey quien repetidamente se apuñaló a sí mismo y lanzo trozos de intestinos a la policía, o el de un hombre sueco que cortó los labios de su esposa y se los comió, uno de los más inquietantes en nuestro país fue el de un joven en Los Mochis, quien intento devorarse así mismo. ¿Mera coincidencia, o apocalipsis inminente? ¡Arrepentíos o arded en la hoguera!
Otros blogs que te pueden interesar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario