viernes, 14 de abril de 2017

La Piedra de Jacob



Tras engañar a su hermano Esaú, cambiándole la primogenitura por un plato de potaje, Jacob huyó para evitar represalias y pasó la noche al raso.


Usó una piedra como almohada y soñó con una escalera que llegaba hasta el cielo por la que subían y bajaban los ángeles. Al despertar comprendió que esa piedra era sagrada y la llamó Betel, la Casa de Dios.

La Piedra bajo el Trono

En 1.972, Adrian Gilbert estaba en Israel completando sus estudios de historiador y conoció a un canadiense que le contó que esa piedra fue trasladada a Inglaterra, donde aún se encuentra en la Abadía de Westminster, bajo la silla de Coronación.


Al regresar a Inglaterra, un año más tarde, quiso corroborar la historia y se sorprendió al ver que bajo la Silla de Coronación había una roca en cuya parte trasera había una placa con el nombre de Betel.

Por los archivos históricos, quiso seguir el rastro de la piedra y descubrió que había sido trasladada allí desde Escocia, en 1.296, por el rey Eduardo I.


Antes había estado en Perth, en el Palacio de Scone, construido sobre las ruinas de una antigua abadía destruida en 1.559. Allí se conserva una réplica de la piedra, a la que los escoceses llaman la Piedra del Destino, y que era usada como trono por los reyes de Escocia.

El Viaje de Jeremías

La primera mención histórica de la piedra es de una crónica de Juan de Fordun, escrita a mediados del siglo XIV, donde narra la coronación de Alejandro III en 1.249 en Scone.

Según Fordun, la piedra había sido llevada allí en el año 500 por el rey Fergus para su coronación. La trajo, prestada, de un rey de Irlanda. Pero ¿cómo había llegado la piedra a Irlanda?


Acudiendo a las fuentes más antiguas, la Biblia, Gilbert centró su atención en la época del saqueo de Jerusalén, en el año 586 aC. El suceso está reflejado en el libro de las Lamentaciones.

El profeta Jeremías, que había avisado previamente de la invasión babilónica, huyó de Israel llevándose a una princesa judía y varios tesoros simbólicos a la ciudad de Tahpanhes, una ciudad costera griega junto al delta del Nilo. Desde ese momento, Jeremías desaparece de todo registro histórico, y nunca es vuelto a mencionar ni en la Biblia ni en ningún otro texto.


Volviendo a las crónicas de Fordun, éste narraba que un noble griego y un mercenario llamado Miletus, vivían en Egipto en la época en que Jeremías llevó sus tesoros a Tahpanhes. Poco después hubo una guerra civil en Egipto y el país se dividió en dos reinos. El nuevo rey no quería ciudades extranjeras en su territorio y echó a los griegos de Tahpanhes. Miletus se fue de allí con varios seguidores llevándose una piedra conocida como la Piedra del Faraón.

Viajó por las tierras del Norte de África hasta llegar a Gibraltar, cruzando el estrecho y llegando hasta la ciudad celta de Brigantia, la actual Coruña.

Allí sufrieron los ataques de tribus enemigas y Miletus murió.


Los Anales de Clonmacnoise cuentan la historia de un personaje conocido como Olam Foda que llegó a Irlanda con una princesa del Este. También llevaba varias reliquias, entre ellas un Arpa, un Baúl y una Piedra.


¿Podría ser esta princesa la misma que partió con Jeremías varios años antes? Y ¿podría ser Olam Foda el mismo profeta Jeremías? En las crónicas más antiguas de Irlanda se cuenta que a la isla llegaron viajeros dirigidos por Miles Ispaniae, en latín, Soldado Español. Al escribir las crónicas en gaélico lo llamaron Miles Pana, que significaba lo mismo.

Fenicios y Danitas 

Volviendo a la fuente bíblica, Gilbert estudió la invasión asiria del año 721 aC, 150 años antes de la invasión babilónica, que se centró en el Norte de Israel, llegando hasta la ciudad de Betel, en la tribu de Dan.


Los danitas tenían acceso al mar y, como los fenicios, eran navegantes que comerciaban con aceite, vino y metales. Su barcos recorrían el Mediterráneo y es posible que llegaran hasta Irlanda, rica precisamente en metales preciosos.

En las antiguas crónicas irlandesas se mencionaban a unos navegantes conocidos como Tuaza de Danan, muy similar al nombre hebreo de la Tribu de Dan. ¿Podrían ser la misma gente?


Si la Tribu de Dan huyó de Israel durante la invasión asiria, debió ser entre los años 720 y 680 aC. Según las crónicas irlandesas, los Tuaza de Danan llegaron a Irlanda entre los años 700 y 685 aC.

Pero según la opinión de la mayoría de los historiadores, los Tuaza de Danan eran invenciones míticas de los cronistas. No eran personajes reales.


Los Análisis de la Piedra

Habían pasado cuatro años desde que Gilbert inició su investigación cuando, en un paseo casual por Londres encontró una librería regentada por una organización llamada Federación Mundial Británico-Israelí. Las raíces de esta organización se remontan al siglo VII dC, cuando el monje Beda el Venerable, afirmó que los britanos eran los herederos espirituales de los judíos como Pueblo Elegido. De hecho, las ceremonias de coronación de los reyes británicos tienen gran parecido a las ceremonias judías, tal como están descritas en la Biblia.


Examinando los archivos de la Federación, Gilbert descubrió que en 1.924 habían solicitado un análisis geológico de la piedra de la Abadía de Westminster, y el geólogo canadiense Edward Odlum examinó la piedra y luego visitó Betel, en Palestina, para compararla con piedras de la zona. En un barranco cercano a Betel encontró piedras que parecían idénticas a la de Westminster, pero cuando volvió a Inglaterra las autoridades de la abadía no le dieron permiso para confirmar sus similitudes.


Odlum no pudo completar su análisis, y cincuenta años más tarde Gilbert tampoco pudo seguir sus investigaciones.

Abandonó la investigación, pero no la olvidó, esperando que en el futuro pudiera continuarla.


Veinte años más tarde, en 1.996, el gobierno británico permitió que la piedra regresara a Escocia, donde fue expuesta en el castillo de Edimburgo.

Queriendo completar la historia de la piedra, fue examinada por Peter Hill, un experto cantero, pero sus conclusiones fueron distintas a lo que Gilbert esperaba. Según Peter Hill, la piedra tenía muchas similitudes con otras piedras pictas extraídas de canteras escocesas.


Otro estudio, promovido por el Instituto Geológico Británico y encargado al geólogo Emrys Phillips, reveló que la piedra de arenisca contenía fragmentos ígneos, de lo que determinó que había estado en un río cerca de una zona volcánica. También contenía feldespato, que haría la roca demasiado frágil para soportar los azares de un largo viaje. Centrándose en orígenes cercanos, Phillips determinó que su origen más probable era la zona de Perth, más precisamente, de una cantera muy cercana al palacio de Scone.




martes, 11 de abril de 2017

La torre de Babel



Todo el mundo hablaba una misma lengua y empleaba las mismas palabras. Y cuando los hombres emigraron desde Oriente, encontraron una llanura en la región de Senaar y se establecieron allí. Entonces se dijeron unos a otros: “¡Vamos! Fabriquemos ladrillos y pongámolos a cocer al fuego”.


Y usaron ladrillos en lugar de piedra, y el asfalto les sirvió de mezcla. Después dijeron: “Edifiquemos una ciudad, y también una torre cuya cúspide llegue hasta el cielo, para perpetuar nuestro nombre y no dispersarnos por toda la tierra”.


Pero el Señor bajó a ver la ciudad y la torre que los hombres estaban construyendo, y dijo: “Si esta es la primera obra que realizan, nada de lo que se propongan hacer les resultará imposible, mientras formen un solo pueblo y todos hablen la misma lengua. Bajemos entonces, y una vez allí, confundamos su lengua, para que ya no se entiendan unos a otros”.


Así el Señor los dispersó de aquel lugar, diseminándolos por toda la tierra, y ellos dejaron de construir la ciudad. Por eso se llamó Babel: allí, en efecto, el Señor confundió la lengua de los hombres y los dispersó por toda la tierra.


Los hombres decidieron construir una gran torre, cuya cúspide llegara hasta el cielo, desafiando los límites terrenales que ellos poseían. Fue entonces cuando Jehová desciende para ver el trabajo de los hombres.


Esto despertó su ira, viendo el orgullo de los hombres, y la insolencia que esto significaba. De ese modo, decidió confundir a los hombres sus lenguas, para que no pudieran entenderse.


Así los dispersó Jehovah de allí sobre la faz de toda la tierra, y dejaron de edificar la ciudad. Por tanto, el nombre de dicha ciudad fue Babel, porque Jehovah confundió allí el lenguaje de toda la tierra, y desde allí los dispersó sobre la faz de toda la tierra.


Esta torre fue destruida por los arameos y por los asirios. Esta fue reconstruida varias veces por los príncipes caldeos como era Nabopolasar. En los tiempos de Nabopolasar y Nabucodonosor II, la base de esta construcción habría sido un cuadrado de 92 metros de lado y su altura habría sido aumentada, de este modo se hacia una digna exponente de su poderío y grandeza. 


Según arqueólogos esta torre escalonada pudo haber tenido de entre 60 y 90 metros de altura.Varios Arqueólogos occidentales durante cuatro siglos intentaron ubicar esta famosa torre bíblica, la buscaron en la zona del actual Irak, en Akar Quf en el Oeste de Bagdad, y en Birs Nimrud en donde están situadas las ruinas de la antigua Borsippa, ubicada cerca de los restos de la antigua Babilonia.


 Robert Koldewey, encontró una estructura en el 1913 en la ciudad de Babilonia que el identifico como la torre de Babel. La torre de Babel ha sido destruida y reconstruida en varias ocasiones.



viernes, 7 de abril de 2017

La espada de Roldán


Cerca de Huesca se puede visitar uno de los parajes más hermosos de la comarca, conocido como el salto de Roldán en honor a uno de los personajes más legendarios de la Edad Media, el valeroso caballero Roldán galo del también mítico Carlomagno.


Parece ser que Roldán se encontraba en huída de Saraqusta, cuya conquista había fracasado, cabalgando raudo hacia su Francia natal. La persecución estaba siendo ardua y agotadora, y el noble galo se veía amenazado por varios flancos. El acoso provocó que el caballero buscara una salida ascendiendo por la peña de Amán, que termina en un cortado cuya foz recorre el río Flumen.


Roldán tiró con fuerza de las riendas, deteniendo el corcel justo al borde del precipicio. Los perseguidores, seguros de haber dado caza a su presa, hicieron cabriolas con sus caballos y dieron mandobles al aire antes de acercarse al héroe francés. Éste, para sorpresa de aquellos que le acorralaban, picó las espuelas y se lanzó al vacío. Ante los ojos de sus perseguidores, el corcel dio un salto tan prodigioso que, en lugar de precipitarse al fondo del cortado, consiguió llegar al otro extremo, estampando sus huellas, todavía visibles según algunos, sobre la peña de San Miguel.


La leyenda dice que, debido a tal esfuerzo, el caballo murió en el acto, y Roldán tuvo que proseguir su camino a pie. Parece ser que no llegó muy lejos, pues se cuenta que cayó en Ordesa, si bien su mítica espada, Durendal , poderosa tal que Tizona o Excalibur, consiguió llegar a Francia al ser lanzada con rabia por el caballero, abriendo la que todavía se conoce como brecha de Roldán y que permitió al galo ver su tierra por última vez en su estertor de muerte.


También se cuenta que, en el salto inverosímil sobre el cortado del Flumen, el caballo, tal vez por miedo, hizo caer sus excrementos al río. Éstos fueron transportados al Isuela, que los llevó al Cinca, pasando al Segre, al Ebro y, por fin, al mar, que los arrastró hasta el norte de África. Allí, en la costa donde se depositaron, nacieron tres hermosas flores de tres colores distintos: una blanca, otra negra y morada la última. Una yegua que por allí pasaba no pudo resistirse a comerlas, lo que provocó que poco tiempo después diera a luz tres potrillos, cada uno del color de una de las flores, y que al crecer fueron tan veloces como el viento del Sáhara...................(Aragón)

lunes, 3 de abril de 2017

Cocodrilos en las alcantarillas de Nueva York



La ciudad de Nueva York cuenta con 10.500 Kilómetros de canalizaciones, que van desde cañerías de 10 centímetros hasta conducciones tan grandes como un pequeño auditorio. Algunos afirman haber vistos cocodrilos (o caimanes, según algunas versiones) habitando en sus alcantarillas.

Todos sabemos que se trata de una leyenda urbana. Pero, ¿Cómo y de dónde surge?

Nace la leyenda

Al parecer, todo comenzó en la década de los 30 del pasado siglo. Las familias adineradas de Nueva York que pasaban sus vacaciones en Florida, compraban crías de caimán como mascotas para sus hijos.


A medida que iban creciendo, la peligrosidad y el coste de mantenimiento de estos animales aumentaba considerablemente. Para librarse de ellos, sus dueños decidían arrojarlos por el inodoro. Según la creencia popular, muchas de estas criaturas lograron sobrevivir y reproducirse en el gigantesco sistema de alcantarillado de Nueva York.


Tras varias generaciones, los caimanes supervivientes mutaron y perdieron su visión así como su pigmentación, convirtiéndose en seres ciegos y albinos que reinaban las profundidades de la ciudad. Según la leyenda, algunos indigentes que se refugiaban en las alcantarillas e incluso algún operario municipal encargado del mantenimiento de las mismas habían fallecido devorados por estas “bestias”.


El origen de la leyenda

Las primeras referencias a la existencia de cocodrilos o caimanes en la alcantarillas de Nueva York surgen en 1959. Ese año, se publica el libro `The World Beneath the City´ (El Mundo bajo la ciudad), escrito por Robert Daley. En uno de sus capítulos (”Los caimanes en las cloacas“), se incluye una entrevista con un tal Eduard P. Mayo, presunto responsable de las alcantarillas de Nueva York en aquella época. Mayo aseguraba que caimanes de hasta sesenta centímetros habitaron las alcantarillas de la ciudad hasta 1937, año en el que fueron exterminados.


Al parecer, este personaje existió realmente. Era un empleado público que con el tiempo llego a capataz. Era una persona extrovertida y con muchos amigos. Pero, y aquí está la clave, era famoso por su habilidad como fabulista e inventor de historias.


La leyenda se caía por su propio peso pues ningún caimán o cocodrilo podría sobrevivir a las bajas temperaturas del invierno de Nueva York. Los saurios son animales de climas tropicales, con temperaturas suaves, siempre por encima de cero grados. 


En cambio, el invierno neoyorquino se caracteriza por olas de frío, temperaturas bajo cero y grandes nevadas. Además, las bacterias que pueblan las alcantarillas les causarían enfermedades que acabarían con sus vidas.



sábado, 1 de abril de 2017

Cruce de caminos



Algunos estadounidenses aseguran que, en los cruces de caminos, se aparece el Demonio, donde instala su mercadillo de destrezas musicales, y a cambio de un alma (tu alma) te enseña a hacer llorar a tu guitarra hasta que sangre fuego.

Fama. Gloria. Virtuosismo. Son las tres cosas que irremediablemente se ligan con la vida de las personas que han decidido vender su alma al diablo. Hoy descubriremos la vida de un hombre, que de la noche a la mañana se convirtió, hasta nuestros días, en “El Abuelo del Rock N’ Roll”.


Robert Johnson nació en 1911, en Hazlehurst, al sur del Mississippi. Entre sus aficiones se encontraba tocar la guitarra, pero era bastante mediocre. De la noche a la mañana, se convirtió en el mejor guitarrista del delta blues, con unas habilidades con sus dedos increíblemente evolucionadas para aquella época, y para aquel hombre.


De la vida de Johnson no sabemos apenas nada, ya que la información que se encuentra es gracias al boca a boca de los que tuvieron contacto con él. Al nacer huérfano de padre, su madre no le habló hasta los 7 años, ya que varios padrastros se encargaron de curtirle. Con 9 años comenzó a tocar la guitarra, mostrando aptitudes. Se casó sobre los años 30, pero se quedó viudo (su mujer falleció al dar a luz, pereciendo también el primogénito) y comenzó a vagar por el Mississippi.


Una madrugada, Robert desapareció de Robinsonville, donde residía. La leyenda cuenta que en un cruce de caminos, concretamente el cruce de la autopista 61 con la 49 de Clarksdale, robert se encontró con el Demonio. A cambio de su alma, el guitarrista obtendría unas nuevas e insuperables habilidades con el instrumento de seis cuerdas.


Este suceso nunca fue desmentido por el propio Johnson, ya que lo que (en realidad) sucedió es que estaba en un pueblo de al lado, aprendiendo a mejorar su técnica con un profesor local, el bluesman Tommy Johnson. Además, canciones como me and the devil blues o hellhound on my trail, suelen ser interpretadas por los fans como la historia de su pacto con el maligno, aunque si las estudiamos a fondo, solo son palabras de un hombre angustiado, que solo tiene como amigo a la mala suerte y la adversidad.


Robert falleció a los 27 años, algunos dicen que de neumonía, otros de sífilis… Aunque la teoría que mas se escucha es la del envenenamiento: un marido celoso puso veneno en el whisky del cantautor, por despecho. Motivos a parte, lo que si que se conserva es que no se hizo autopsia de su cadáver.


Si nos interesa visitar la tumba de este misterioso bluesman, no lo tendremos fácil. Existen tres tumbas con su nombre, pero ninguna corresponde. Sus amigos mas íntimos no dudan en alegar que fue enterrado bajo un árbol, sin ninguna señal de ello, al lado de un cruce de caminos. Como dijo en su canción me and the devil blues:


“Enterrad mi cuerpo junto a la carretera, para que mi viejo y malvado espíritu pueda subirse a un autobús de la Greyhound y viajar”.