Si te piden que pienses en el ejecutor más prolífico de la historia, muy posiblemente se te venga a la mente el nombre de Hitler, pero según el libro de los Guinness World Records ese abonimable titulo pertenece a un hombre llamado Vasili Blokhin.
Nació en el seno una familia de campesinos de Rusia en 1895, siendo un hombre joven rápidamente se ganó una reputación de “Chernaya rabota“, o “trabajo sucio”, mientras servía en el ejército zarista durante la Primera Guerra Mundial -ganando reconocimiento por parte de Stalin a sí mismo por sus asesinatos encubiertos , torturas y ejecuciones. Blokhin ascendió rápidamente en las filas de la policía secreta rusa en ese momento -el NKVD- eventualmente se hizo jefe del departamento Kommandatura.
Los miembros de dicho departamento fueron aprobados por Stalin y recibían órdenes directamente de él. Bajo la apariencia de otras cargos, Vasili Blokhin era oficialmente un comandante de una prisión, el departamento llevaba a cabo misiones específicas de trabajo sucio para la promoción de la causa de Stalin. Blokhin supervisó numerosas ejecuciones masivas y el mismo ejecutó a varios individuos prominentes, incluyendo a Mikhail Tukachevsky, Mariscal de la Unión Soviética, y dos de los ex jefes del NKVD bajo los que había servido anteriormente.
Pero el acto más infame Blokhin se llevó a cabo en la sangrienta Masacre de Katyn. En 1939, poco más de dos semanas después de que Alemania invadió Polonia, las fuerzas soviéticas entraron en la parte oriental de Polonia. A pesar de que oficialmente no declararon la guerra, capturaron más de 20,000 oficiales polacos y los detuvieron en campos de prisioneros soviéticos. El 5 de marzo de 1940, el mismo Stalin ordenó la ejecución de todos los oficiales polacos, quienes luego serían arrojados en fosas comunes.
Durante un período de veintiocho días, Vasili Blokhin personalmente realizó más de 7000 de estas ejecuciones de polacos en Katyn. Por lo general, las ejecuciones se llevaban a cabo desde el atardecer hasta el amanecer, con Blokhin prefiriendo trabajar de noche para este tipo de tareas. Blokhin habría ‘trabajado’ casi sin interrupción cada una de las noches, matando a un prisionero aproximadamente cada tres minutos, a un promedio de 300 ejecuciones por noche.
Las ejecuciones serían algo así: después de firmar los documentos de identificación, los oficiales eran llevados con sus brazos atados a una pequeña habitación que estaba equipada con paredes insonorizadas, un desagüe, una manguera, y una puerta o escotilla – sin duda, era una habitación diseñada para ejecuciones. Eran obligados a arrodillarse y un miembro de la Kommandatura daría un solo disparo en la parte posterior de la cabeza de los prisioneros, matándolos instantáneamente. Sus cuerpos serían arrastrados por la segunda puerta o escotilla en el techo, la habitación sería lavada con la manguera, y el preso siguiente sería llevado al sitio.
Blokhin prefería la pistola Walther PPK de 7.65 mm, un arma que estaba siendo utilizada para todas las ejecuciones en masa. Para Blokhin, esta no tenía tanto retroceso como otro tipo de armas, lo que significa menos dolor en la muñeca después de realizar cientos de ejecuciones todos los días. Las pistolas también rara vez fallaban, lo que significaba que las víctimas podrían ser asesinadas con un disparo casi cada vez que alguien apretara el gatillo. Para el gobierno soviético, las pistolas fueron favorecidas por ser la marca realizada por oficiales alemanes. En caso de que las fosas comunes fueran descubiertas, los cuerpos contendrían las balas de una pistola de estilo alemán y los soviéticos podían negar su responsabilidad por las muertes.
El 27 de abril de 1940, Blokhin fue premiado con la Orden de la Bandera Roja por llevar a cabo este sangriento asesinato organizado de masas. La orden era dada tradicionalmente a los militares que mostraban “coraje excepcional, abnegación y valor en combate”. Se le dio la orden de forma secreta con el fin de proteger el carácter secreto de los asesinatos.
En 1941, el mismo Stalin pactó una alianza con el gobierno polaco después de que los alemanes invadieron Rusia. Él liberó a cientos de miles de polacos de los campos de prisioneros, y fue presionado en varias ocasiones para dar cuenta de los prisioneros de guerra desaparecidos. Stalin declaró que lo ignoraba, pero en 1943 la verdad empezó a salir con el descubrimiento de las fosas comunes en Katyn. El gobierno soviético negó toda responsabilidad y culpó a los alemanes. No fue hasta el año 1990 que la institución Mikhail Gorbachev reveló la verdad a través de una serie de documentos que destacan el papel del país en la masacre.
Blokhin no vivió para ver sus obras públicamente reconocidas. Tras la muerte de Stalin en 1953, se vio obligado a retirarse. Durante la campaña de desestalinización que siguió, Blokhin fue despojado de su rango y se volvió hacia el alcoholismo. Una combinación de la bebida y la locura supuestamente lo condujeron a su muerte en 1955, la causa de su muerte fue oficialmente reportada como un suicidio.
El legado de sus actos atroces aun vive. Junto con los 7000 prisioneros de guerra ejecutados personalmente por Blokhin en Katyn, además, es el responsable directo de la muerte de miles de otras personas en los campos de prisioneros durante la Segunda Guerra Mundial, acertadamente sus acciones en vida le valieron el título del “verdugo más prolífico” en el Guinness Libro de los Récords.
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