La canción Gloomy Sunday (o «Szomorú vasárnap», en su idioma original) fue apodada como la Canción húngara del suicidio debido a su misteriosa vinculación con varios casos de suicidios en distintos países del mundo. Esta fue compuesta por el pianista húngaro Rezső Seress en 1932, quien le añadiría letra a la melodía de la mano de László Jávor y la grabaría por primera vez en el año 1935 junto a Pál Kálmar.
La canción, romántica y melancólica, narra la historia de un amante que perdió a su amor y que planea reunirse con ella en la muerte. Hay diferentes versiones de esta leyenda, una de ellas dice que la inspiración para su creación fue la trágica ruptura de Seress con su amante, quien luego cometió suicidio, otra, que fue inspirada por la prometida suicida de Jávor; de cualquier modo, esta melodía, triste pero hermosa, rápidamente ganó popularidad y fue difundida por las estaciones radiofónicas.
Se dice que infundió en unos cuantos pensamientos suicidas, pues fueron 17 los casos de suicidios en Hungría los que pudieron ser directamente vinculados a esta: fueron encontradas referencias de la canción en notas y cartas de los suicidas, las partituras junto a los cuerpos, e incluso la canción misma sonando de fondo en el lugar del hallazgo. Tras todos estos sucesos, la canción fue finalmente prohibida en este país, sin embargo, su fama ya la había llevado a otros lugares del mundo.
Ya para 1936, Szomorú vasárnap había llegado al resto de Europa, desde Rusia hasta Francia, llevando consigo un aciago sentimiento a donde fuere, y por lo tanto, causando igualmente otras olas de misteriosos suicidios, pero no fue sino hasta 1941 que la canción llegó a los Estados Unidos. Fue la versión de Sam M. Lewis la primera en escucharse en el Nuevo Mundo, y aunque este editó e hizo algunos cambios a esta tonada para suavizarla, originó una nueva y mayor oleada de suicidios que ocasionó muchísimo más revuelo que las anteriores, dando como resultado la prohibición de esta canción en algunas estaciones radiofónicas y clubes nocturnos y algunos otros países por distintas instituciones tales como la BBC.
Luego de diferentes estudios, se llegó a la conclusión de que no era la canción en sí la que inducía a las personas a cometer suicidio, sino que solo era un factor que contribuía a estas fatídicas decisiones; en sí, no era lo que llevaba a las personas a esto, sino la situación que se vivía globalmente por aquellos tiempos que causaba una depresión emocional derivada de la depresión económica que sufrían varios países luego de la Primera Guerra Mundial, no obstante, esta teoría no justifica extraños casos que ni siquiera estas aclaraciones podrían explicar.
A pesar de toda la conmoción producida por la obra de Seress, debido a su prohibición fue paulatinamente olvidado en el tiempo hasta que en enero de 1968 el autor cometió suicidio, cuando ganó nuevos niveles de popularidad que la catapultaron a una fama mundial que perduraría hasta los años venideros.
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