Dicen que hace muchos, muchos años, en un pueblo llamado Carmona, en un colegio llamado San Blas, paso algo horrible.
Era la primera mañana después de las vacaciones, y el conserje abría la escuela. Pero cuando se acercó al baño, no pudo contener el miedo.
Allí junto a la puerta del baño estaba tirada la limpiadora, Conchita.
Tenía todo el cuerpo lleno de sangre, y le faltaban trozos en la cara.
El conserje llamo a la policía, hasta que se la llevaron de allí, y eso fue lo que paso.
Ahora en la actualidad, dicen que si te metes en el baño a solas,
puedes sentir como Conchita llama a la puerta, también dicen que si le abres te hace lo que alguien le hizo a ella. Pero aquí no acaba esta historia...
Hace unos días, se celebro la fiesta de fin de curso, y pudimos comprobar que todo era cierto.
Yo y mi amigo, estábamos allí en la fiesta, cuando de pronto fui al baño solo y cerré la puerta...
Justo cuando iba a salir escuche como llamaban a la puerta, me acorde de lo que la gente decía y me entro mucho miedo. Pregunté a ver quien era, pero nadie contestaba. Un gran silencio invadió el edificio.
No se escuchaba nada, ni siquiera el ruido de la fiesta.
¿Donde estaban todos? me pregunté, solo se podía apreciar el silencio y como alguien tocaba en la puerta, me decidí a mirar por debajo de aquella puerta, pero aun me dio mas miedo al ver que no había nadie frente a ella.
Me arme de valor y abrí la puerta, pero fue entonces cuando escuche una voz que venia de detrás de mi, me volví y ya no recuerdo más lo que me pasó, solo recuerdo haberme despertado allí, solo y con una marca con sangre en mi mano...
Y desde ese día, ya nadie entra solo alli, porque todos saben que allí esta Conchita que quiere vengarse de lo que le hicieron.
Conclusión: nunca abráis la puerta si veis que llaman al baño y estáis solos.
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