martes, 18 de octubre de 2016

Nazino, la tenebrosa isla de los caníbales



En los tiempos en que Stalin ocupaba el poder en la pasada Unión Soviética, sus malos manejos de la economía comunista comenzó a sentirse en el pueblo, en especial fuera de la capital. Stalin tenía sus miras puestas a construir un país industrialmente avanzado, pero para poder hacer esto posible gran parte de la mano de obra agricultora fue reubicada en nuevos puestos, en fábricas y en la construcción de otras obras, el desequilibrio y la presión en la población comenzó a sentirse después cuando la hambruna afecto a los pueblos en especial a los que se encontraba más alejados de la capital.


Los impuestos que aparecieron luego terminaron por minar la vida misma de los habitantes, siendo despojados de sus almacenes, despensas y demás por una policía especial, como resultado las grandes ciudades como la capital Moscú, comenzaron a recibir personas en masa buscando una mejor calidad de vida. Este efecto no tuvo buena vista por parte del gobierno central quienes crearon pasaportes y negaron la entrada a Moscú a nuevos visitantes de la misma Unión Soviética.


Ya para esto las calles de las ciudades estaba abarrotada por personas de escasos recursos, mendigos y gente sin hogar, El gobierno central encabezado por Stalin encargo a la policía tomar medidas organizando redadas para capturar a los “elementos desclasados y socialmente dañinos”, que eran antiguos mercaderes y trabajadores agrícolas, comerciantes mezclados con delincuentes comunes entre otras personas que no encajaban con la idealizada estructura de clases comunista.


La policía tenían listas de cupos que tenían que cubrir cada día, y en las calles cualquier persona podía ser abordada por ellos, así fueron deportados mucha gente que no poseía pasaportes ni documentos, incluso la misma gente de Moscú que si los tenia pero que por error se les había olvidado en casa, fueron reubicados y encerrados para cubrir los cupos.



Miles de personas fueron reubicadas en distintos lugares alejados para mejorar y hacer productiva zonas donde no había desarrollo, creación de nuevos pueblos y mejora de caminos y carreteras. Es así que entre marzo y julio de 1933, 85,937 personas de Moscú y 4,776 de Leningrado fueron arrestados y deportados por carecer de pasaportes; muchos de ellos fueron arrestados por error ya sea porque salió un momento a fumar un cigarrillo a la calle o se encontraba en la ciudad para comprar un traje, a la policía solo le importaba cumplir con su cupo diario, mucha gente incluso con sus documentos en regla no tuvieron mejor suerte.


El 1 de mayo de 1933 en el día internacional de los trabajadores muchos fueron deportados al campo de transito de Tomsk y posteriormente para evitar grupos problemáticos de ahí muchos fueron enviados posteriormente a la isla de Nazino. Entre los deportados a la isla de Nazino un tercio eran criminales sentenciados que fueron llevados para descongestionar las prisiones, mientras que más de la mitad eran desclasados de Moscú y Leningrado gente común en general, todos navegaban en 4 barcazas que antaño se usaba para transportar madera ahora 5000 personas a bordo estaban a punto de vivir un infierno a donde se dirigían. Muchos murieron en todo el trayecto, sea por el frio, por las peleas internas, por enfermedad, cada cual era arrojado y tratado como despojo del viaje, en el camino de Tomsk a la isla 27 habían fallecido y fueron arrojados por la borda, muchos cientos murieron antes en el camino a Tomsk, su única ración diaria antes de llegar a Tomsk era de 300 gramos de pan por persona y de ahí a la isla de Nazino 200 gramos de pan por persona.


Al llegar a la isla el 18 de mayo, correspondía 4 kilos de harina por persona, no se les entregaría ni horno, ni utensilio, ni cubierto, pues la comandancia de deportación no estaba preparada para deportados urbanos, las peleas internas fueron ocurriendo en los repartos, los más fuertes se aprovechaban de los débiles, mezclaban harina con agua de rio para poder comer y la disentería aparecía, muchos recibieron disparos de los guardias y todos descamparon al fin en esa isla de unos 3 km de largo por 600 de ancho; al llegar, se contabilizo 322 mujeres y 4,556 hombres en el primer desembarco, hubo una nevada, sin abrigo, a la intemperie, 295 personas fueron enterradas ese primer día, después el 27 de mayo se llegó otro embarque de deportados con 1200 personas más.


Muchos intentaron huir en balsas primitivas pero cuando eran descubiertos la guardia disparaba sin piedad y sea por esta causa o por que se ahogaran, sus cuerpos llegaban a las costas días después, los que no se hallaban eran dados por muertos por que el duro clima, la falta de caminos, transporte y sin alimento la guardia no les daban muchas esperanzas.


Sin embargo la naturaleza oscura a la que se estaba dirigiendo la humanidad de estas personas, obligadas por el hambre, una mala administración central así como regional y el saber que sus vidas ya no valían nada llego a un punto alarmante cuando el 21 de mayo, tres oficiales sanitarios contabilizaban cerca de 70 muertes, sin embargo su sorpresa llego cuando 5 casos mostraban causas de canibalismo. El mes siguiente cerca de 50 personas fueron acusadas de canibalismo, algunos testigos sobrevivientes hablaron después sobre el infierno en vida en el que se convirtió esa isla, los que tenian dientes o coronas de oro eran perseguidos mutilados y enterrados. Hubieron casos en que cuando llegaban nuevos deportados a la ciudad los caníbales observaban a las mujeres jóvenes, las niñas, los jóvenes incluso, así se divulgo después como era la táctica de fuga, 2 veteranos de la isla invitaban a uno de estos nuevos jóvenes deportados para intentar fugar de la isla, si es que lograban su cometido en alguna balsa camuflada o un tronco flotante, al otro lado del rio podían sobrevivir sacrificando al joven invitado para resistir la travesía.


Pronto el comandante encargado de Tomsk que enviaba constante mente su preocupación por los sucesos fue cambiado por otro más joven y enérgico que se centró en el campo de Tomsk dejando prácticamente alas deportados de la isla de Nazino a su suerte. Un reportero se preocupó por la situación investigo e hizo llegar una carta a Stalin el 30 de setiembre quien mando una dura reprimenda a los encargados por estos actos sin que ninguno cesara sus funciones y los de bajo cargos fueron condenados más severamente esto fue más que nada para no decir a todas luces que la idea de estos actos de deportación había fracasado.


Muchas personas murieron, cerca de 6700 fueron enviadas a la isla, solo sobrevivieron 2200 y ninguna fue autorizada a volver a sus hogares, fueron enviadas a otros campos de trabajo, pero solo unos cientos estaban en condiciones para trabajar, el resto sufría diferentes enfermedades así como desnutrición entre otras cosas, hubo una comisión para investigar este caso en particular, sorprendiendo a todos por esta tragedia.

En 1989 un testigo recordó lo siguiente:

Trataban de escapar. Nos preguntaban "¿Dónde está la vía del tren?" Nunca habíamos visto una. Nos preguntaban "¿Dónde está Moscú? ¿Leningrado?" Preguntaban a las personas equivocadas: nunca habíamos oído esos lugares. Somos ostiakos (de un pueblo muy alejado en Rusia). La gente huía hambrienta. Les habían dado un puñado de harina. La mezclaban con agua y la bebían e inmediatamente sufrían diarrea. ¡Las cosas que vimos! La gente moría por todas partes; se mataban unos a otros... En la isla había un guardia llamado Kostia Venikov, un chico joven. Cortejaba a una bonita chica a la que habían enviado allí. La protegía. Un día tenía que ausentarse un rato, y le pidió a uno de sus camaradas, "Cuida de ella", pero con toda aquella gente el camarada no pudo hacer mucho... La apresaron, la ataron a un álamo, cortaron sus pechos, sus músculos, todo lo que podían comer, todo, todo... estaban hambrientos, tenían que comer. Cuando Kostia regresó, aún vivía. Trató de salvarla, pero había perdido mucha sangre.

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