sábado, 9 de julio de 2016

Lago Bodom



Si nos nombran Finlandia, sin duda, la mente nos evoca a unos paisajes bucólicos de auroras boreales, altos abetos cubiertos de nieve e innumerables lagos, y una sociedad con un estilo de vida en general muy respetuoso con la naturaleza y consigo misma. Sin embargo, y aunque apenas nos lleguen noticias trágicas de este país escandinavo, tiene, como todos, su historia y sus recuerdos más amargos. Uno de estos momentos, el de más triste recuerdo, y que más conmocionó al país ocurrió a orillas de uno de sus cientos de lagos. Así ocurrió todo:


Acababa de arrancar el mes de junio de 1960 cuando cuatro adolescentes, dos chicos y dos chicas: Nils Whilhelm Gustafsson y Seppo Antero Boisman de 18 años y Maili Irmeli Björklund y Anja Mäki Tuulikki de 15, decidieron pasar el fin de semana de acampada. Cogieron sus motocicletas y se pusieron en camino. 


A su llegada empezaron a disponer de todo lo necesario para la estancia, montaron la tienda de campaña y en seguida se pusieron a disfrutar del bonito día jugando y nadando en el lago. Al caer la noche, con los estómagos llenos y el cansancio acumulado durante el viaje y el día de ocio, se introdujeron en la tienda y se acostaron. No imaginaban que su despertar sería violentamente atroz.


Entre las 3 y las 6 de la mañana del recién estrenado domingo 5 de junio alguien se deslizó entre la oscuridad junto a la tienda de los jóvenes. Sacó un cuchillo y cortó las cuerdas que sustentaban la tienda a sus piquetas. En cuanto la lona se desplomó sobre sus ocupantes se lanzó sobre ellos y, con una furia descomunal, comenzó a apuñalar y golpear a los jóvenes a través de la tela de la tienda. Tal fue su salvajismo que una de las chicas acabó recibiendo once puñaladas en el cuello.


Seppo Boisman y las chicas murieron, Nils Gustafsson fue el único que logró salir con vida de la tienda no sin recibir antes un fuerte golpe en la cabeza, un profundo corte en la frente además de la mandíbula rota. Ya de día, los tres cuerpos fueron encontrados a orillas del lago.

La policía no halló pistas de ningún tipo en el lugar del crimen, no había indicios de quién podía haber sido el autor de tal masacre y el desconcierto se apoderaba de todos. Como es normal cuando se haya perdido y sin pistas en una investigación, numerosas teorías y falsos rumores comenzaron a surgir en torno al caso. El que más llamó la atención fue el de un alemán de 37 años que acudió el día 6 de junio a un hospital de Helsinki embadurnado de sangre y en un estado de excitación muy elevado. Los doctores se sorprendieron al tratarlo ya que descubrieron que la sangre no era suya y que carecía de heridas. Al no poder entenderse con él, ya que no entendía el finlandés, dejaron que abandonase el hospital.


Nada se averiguó de nuevo y, para desesperación de Finlandia entera, el asesino seguía libre.

Nils Whilhelm Gustafsson en la actualidad, el unico sobreviviente.

A principios de 2004 el caso se reabrió con una sorprendente noticia. Nils Gustafsson había sido detenido como posible autor de los asesinatos. La noticia cayó como una bomba, más que por la detención en sí, por el tiempo que había transcurrido.

El juicio dio comienzo el 4 de agosto de 2005. La fiscalía expuso las pruebas que incriminaban a Nils que, básicamente, se basaban en los resultados de ADN de una muestras de sangre que comprometían su inocencia y en la exposición de la historia de un idilio entre Nils Gustafsson e Irmeli Björklund que acabaría con un rechazo de ésta, lo cual llevaría a Nils a un estado de furia celosa que, a la espera del momento adecuado, tomaría cumplida venganza en forma de matanza múltiple, ensañándose especialmente con la chica en cuestión.


La defensa por su parte, argumentó que el triple asesinato era claramente el resultado de las acciones de dos o más personas, ya que Nils, por sí mismo, no habría podido mantener una lucha y llevar a la muerte a los tres jóvenes a la vez, y más contando con las fuertes heridas que sufría en su cabeza poniendo de manifiesto que él también había sido víctima de los asesinos.


Tras todo el verano de incertidumbre, hace escasos días, el 7 de octubre, salió la sentencia. Nils Gustafsson fue declarado inocente y absuelto de todos los cargos.

¿Fue en verdad Nils el asesino? o ¿ciertamente fue el trabajo de otra u otras personas?.


El paso de los años ha otorgado un cierto encanto a esta historia que el destino ha querido que vuelva a ser tema de actualidad; pero, pese a las modernas técnicas de investigación, el pasado permanece imperturbable y la incógnita se mantiene perenne. Los cuerpos de los tres jóvenes descansan hoy, juntos, en una particular zona dedicada a ellos, esperando que se despeje el estático interrogante que se cierne sobre sus lápidas.


Durante estas décadas, el caso se había convertido en uno de los misterios por resolver más importantes de la historia finesa y, a la vez, se había transformado, en este devenir del tiempo, en un tradicional método asustadizo de niños, ya que en lugar de decirles que venía el ‘Coco’ o ‘El Hombre del Saco’ se les decía que venía ‘The Reaper’, el asesino del lago Bodom. El misterio continúa. La leyenda perdura. Una extraña y tétrica bruma seguirá tiñendo de mutismo las orillas del lago Bodom, testigo de uno de los mayores secretos del país. ¡Ojo niños, ‘The Reaper’ continúa al acecho!



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