Cerca de un pueblo llamado Río Grande, se escuchan los sonidos de cascos de caballo jalando una carreta antigua, y como todas las historias, a media noche. Cuentan las voces que, durante una fiesta a fin de año, la gente que estaba en la calle escuchó la carreta; y extrañados por el hecho de que nadie en el pueblo tenía un vehículo de ese estilo, se quedaron ahí y vieron que a la carreta la jalaban dos caballos de tipo holandés: grandes y negros.
El chofer era un hombre vestido de negro con un gran sombrero que ocultaba su cara, y acompañado de un típico olo a azufre en esta clase de apariciones. Es en ese momento que una señora de edad avanzada gritó "¡Es la cosa mala!", y suponiendo que era el diablo, todas las personas se ocultaron, más una madre olvidó a su hijo en el caos de la huida.
La carroza continuó su paso y desapareció, momento en el que encontraron en la calle las ropas del niño abandonado.
La madre, consternada por lo ocurrido con su hijo, fue a hablar con el padre de la iglesia del pueblo y éste les recomendó poner un espejo en la calle para cuando pasara de nuevo la carreta.
Así, la madre esperó hasta la media noche, y dejó el espejo en la calle en cuanto escuchó los cascos de los caballos a lo lejos. Así cuando la carroza pasó sobre el espejo, se comenzaron a escuchar gritos y lamentos desgarradores por un buen rato; y, al finalizar la cacofonía infernal, solo se escuchó el llanto de un bebé.
En medio de una nube de humo se escuchó el llanto de un bebé, y quienes estaban ahí encontraron al niño llorando en el suelo junto al espejo, roto y con marcas de quemaduras.
El sombrerudo es una figura similar al charro negro o al catrín, figuras a las cuales se les llega a asociar con la aparición del demonio en la provincia mexicana.
La historia ocurrió en una secundaria del estado de Oaxaca, en el cual durante un día común y corriente se encontró a una chica desmayada en la parte posterior de los salones, y al lograr despertarlo ella solo se limitaba a decir que "había visto al sombrerudo trepado en un mangal"., desmayándose al ver a tal criatura. El Sombrerudo es, supuestamente, la variante masculina de la Matlazihua y puede confundirse con el charro negro o el catrín, y tiende a aparecérsele a las mujeres a media noche o por parajes que transitan con el propósito de "asustarse".
En Oaxaca se da un tipo de hongo alucinógeno muy especial, el cual, solo se consume en situaciones en las que se busca encontrar algún objeto perdido. La historia narra que una niña iba a salir del pueblo con su familia, pero había perdido un huarache y tras perder demasiado tiempo buscándolo, escuchó la historia de boca de los adultos sobre las propiedades del supuesto hongo. Lo buscó y lo consumió con rapidez, viendo en su alucine a unos seres pequeños que se hacían llamar "Juanitos", que solo se aparecían al comer el hongo.
Otros blogs que te pueden interesar.
Cosas para PhotoScape
Paisajes animados
Gif animados
Canal de youtube
Tomelloso
Cosas de loco
El blog de las fábulas
Frases en png con fondo transparente
Historias y leyendas
Poemas Universales
Historias de amor
Paisajes animados
Gif animados
Canal de youtube
Tomelloso
Cosas de loco
El blog de las fábulas
Frases en png con fondo transparente
Historias y leyendas
Poemas Universales
Historias de amor
No hay comentarios:
Publicar un comentario