A lo largo de la historia ha habido numerosos casos de personas que han dejado de estar entre nosotros, simplemente desaparecen para siempre sin ninguna explicación aparente. Sin duda este fenómeno global es lo suficientemente aterrador cuando se trata de una sola persona, pero es mucho más extraño cuando son grandes grupos de personas las que desaparecen misteriosamente para no ser vistas de nuevo. De hecho, algunas de las desapariciones más desconcertantes de la historia tienen que ver con desapariciones masivas que parecen haber acabado con cientos o incluso miles de almas, en algunos casos pueblos enteros, simplemente como si nunca hubieran existido.
¿Qué hay detrás de todas estas historias? A continuación, algunos de los casos más importantes de misteriosas desapariciones en masa de la historia, en la que un gran número de personas fueron tragados por la tierra, dejándonos inquietantes rompecabezas tras de sí.
La desaparición del pueblo inuit
Posiblemente una de las desapariciones en masa más conocida de todos los tiempos procede de las zonas más frías al norte del planeta. El norte de Canadá es un ambiente hostil, una tierra fría de vientos eternos y con heladas sin descanso. Una vez hubo un pueblo llamado inuit en las orillas pedregosas del lago remoto Anjikuni. Era un pueblo de pescadores en un lugar próspero, con una población de 1.200 a 2.500 personas, que trabajaban duro en la periferia de la civilización. Fue aquí que un cazador de pieles llamado Joe Labelle llegó a través de la nieve y el hielo en busca de refugio en noviembre de 1930, después de un arduo viaje por tierra simplemente con sus raquetas de nieve y esperando una cálida bienvenida. Sin embargo, no sería así.
Al llegar al pueblo, nadie recibió a Labelle. El cazador se quedó sorprendido ya que los inuit era un pueblo amistoso con todos los extranjeros. Un extraño silencio emanaba del pueblo, únicamente azotado por el viento y evidentemente vacío de cualquier otro sonido. No había ninguna actividad aparente en este pueblo de pescadores. Labelle avanzó con cautela por el pueblo y no pasó mucho tiempo antes de descubrir un trineo con perros muertos, congelados y medio enterrados en la nieve, como si hubieran muerto de hambre en la intemperie. Pero lo más inquietante fue cuando entró en una de las chozas donde vivían los aldeanos, los artículos personales como armas y rifles estaban intactos. También había comida en las mesas e incluso ollas sobre el fuego, cuyo contenido estaba carbonizado y congelado.
Todo estaba inalterado y no había ninguna señal de lucha ni nada fuera de lo normal, excepto el hecho de que no había un alma en cualquier lugar del pueblo. Era como si la tierra se los hubiera engullido. Después de abandonar el pueblo fantasma, Labelle regresó a la civilización e informó de inmediato de lo ocurrido a la Real Policía Montada de Canadá, que puso en marcha una investigación sobre el asunto. A parte de los descrito por Labelle, la Real Policía Montada de Canadá encontró tumbas sagradas vacías. El 23 de noviembre de 1930, el periódico canadiense Toronto Star explicó que las autoridades confirmaron lo que afirmó Labelle, que todo el pueblo había desaparecido simplemente de forma espontánea, sin nada más que la ropa que llevaban puesta.
Y, por si fuera poco, días después otros vecinos cercanos informaron a la policía que había habido numerosos avistamientos de extrañas luces en el cielo sobre el pueblo abandonado en los días previos al inquietante descubrimiento de Labelle. La historia de la desaparición del pueblo Inuit ha alcanzado el estatus de leyenda en el mundo de lo inexplicable, en particular a las misteriosas desapariciones. Por desgracia no hay mucha más información que pueda arrojar luz sobre esta extraña historia. Al no haber novedades, el pueblo del lago Anjikuni probablemente se quedará como una simple historia de miedo rodeada de preguntas que probablemente nunca tendrán respuestas.
El misterio del pueblo maldito que desapareció sin dejar rastro
El pueblo de Lago Anijikuni no es el único asentamiento que ha desaparecido misteriosamente. De hecho, una de las desapariciones más desconcertantes de la historia es el extraño caso de la colonia perdida de Roanoke Island. En 1587, la primera colonia inglesa del Nuevo Mundo se estableció en la isla de Roanoke, una pequeña roca de 12 kilómetros de largo y 3 kilómetros de ancho, situada dentro de una cadena de islas llamadas Outer Banks, frente a la costa del estado norteamericano de Carolina del Norte. Cerca de 120 colonos incluyendo hombres, mujeres y niños se enfrentaron a dificultades y un largo viaje por el mar para iniciar una nueva vida, dirigidos por un John White, cuya nieta propia, Virginia Dare, sería la primera persona inglesa en el continente de Norte América.
La vida en la nueva colonia era difícil, y los colonos se enfrentaron a las clemencias del tiempo, a la falta de materiales de construcción, así como una relación difícil con las tribus nativas de la zona debido a los enfrentamientos con otra colonia en ese mismo lugar en 1584, y que terminó en una sangría por las dos partes. Las cosas finalmente llegaron hasta tal punto que White se vio obligado a regresar a Inglaterra a por nuevos suministros. El colono estadounidense tenía pensado regresar a la isla tres meses después, sin embargo, debido a la guerra entre Inglaterra y España, tardó 3 años más tarde de lo previsto.
Cuando White finalmente se embarcó en Roanoke, no fue recibido por sus seres queridos. De hecho, no fue recibido por nadie. Cuando White desembarcó con sus hombres a buscar el pueblo, se encontró que el asentamiento había sido abandonado completamente, no había rastro de las casas ni de los colonos. Simplemente había una palabra apresuradamente tallada en un árbol que decía “Croatoan” y las letras “CRO” tallado en otro árbol. Aparte de eso, no había señales de lucha ni nada fuera de lugar. Ellos simplemente habían desaparecido.
White pensó que las palabras grabadas significaban que los colonos se habían trasladado a una isla ubicada al sur ahora conocida como la isla de Hatteras, que en ese momento era el hogar de una tribu de nativos amistosos conocidos como el Croatoan. De hecho, antes de su partida 3 años antes, había dado instrucciones a los colonos que, si alguna vez se veían obligados a salir de la isla, debían de tallar el nombre de su destino en un árbol junto a una cruz de Malta. White intentó hacer el viaje a la isla Croatoan, pero no pudo por el mal tiempo y después por un equipo el cual se amotinó, por lo que el colono no tuvo más remedio que volver a Inglaterra, para nunca volver y dejar el destino de los colonos, que incluía a su propia hija y nieta, sin resolver.
Ha habido muchas teorías en cuanto a lo que sucedió con la desaparecida “colonia perdida” de la isla de Roanoke. Algunos piensan que los colonos fueron atacados y asesinados por los nativos agresivos que consideraron a los colonos extranjeros como una amenaza. Otros piensan que una misteriosa enfermedad mató a los colonos, aunque descartaron esta teoría teniendo en cuenta que no se encontró ni un solo cuerpo. Otras teorías apuntan a un cataclismo violento, como un huracán. Pero la única realidad es que el misterio de la colonia perdida de Roanoke Island continúa sin explicación.
Y estos son solo dos de la gran cantidad de misteriosas desapariciones en masa a lo largo de la historia, como la legendaria Novena Legión Hispana. Si bien no tenemos, y quizás nunca tendremos las respuestas a estos misterios, sin duda es terrorífico pensar en la idea de que a veces este mundo en que vivimos, tiene la capacidad de tragarnos o borrarnos de la faz de la tierra sin dejar rastro.
Otros blogs que te pueden interesar.
Hola, acabo de mirar en Wikipedia sobre la primera historia que comentas: https://en.wikipedia.org/wiki/Angikuni_Lake. Resulta que el hecho aparece en la novela de Frank Edwards en 1959 "Stranger than Science" y aquí nació el mito.
ResponderEliminar