sábado, 21 de noviembre de 2015

La leyenda del libro de Nod ¿Fue Caín el primer vampiro?



Supuestamente, en el Libro de Nod se relata cómo Caín mata a Abel siendo posteriormente castigado por Dios, quien lo condena a no morir nunca y a alimentarse de sangre.

Según la leyenda vampírica, Caín, el expulsado, no tiene más remedio que vagar desamparado por la tierra, condenado por el castigo de Dios, hasta que encuentra a Lilith, con quien transcurre una parte de su existencia y aprende a manipular su poder. Más tarde, vuelve a las tierras que antes habitaba y crea la primera ciudad, Enoch, y descubre que puede crear a otros como él,conviertiendo a Enoch, Zillad e Irad, quienes a su vez "abrazan" a otros 7 mortales (la tercera generación, denominados según la leyenda Los antediluvianos).

Los antediluvianos, nietos de Caín, se comen a sus tres creadores. Caín al verlo se enfada y maldice a cada diluviano de un modo distinto, su mayor virtud se convierte en su mayor defecto, maldición que comparten con sus descendientes. Viendo la aberración creada por su egoísmo, Caín prohíbe que vuelvan a abrazar a otros mortales y, de esa forma, detener la expansión de la maldición de Dios.

Debido a este acto, Dios nuevamente lo castiga causando el Diluvio.

Después Caín se auto-exilia marchando al letargo y aprovechando la situación de vacío de poder, los Antediluvianos vuelven a convertir. En este momento se crea la Segunda Ciudad y comienza la Yihad, una guerra entre vampiros que se ha prolongado a lo largo de los siglos hasta hoy en día.

ORIGEN DEL LIBRO DE NOD


Algunos historiadores sitúan el fragmento más antiguo antes de Sumeria, cerca del 4.500 A.C. El texto está escrito a la usanza de los Cantos épicos, como La Ilíada o El Cantar de los Nibelungos, entre otros. Es una compilación de trozos y fragmentos que de Laurent y sus compañeros han ido desenterrando durante numerosos viajes. Se cuenta en el libro de Nod que Cain hizo solo tres vampiros, y se nos dice que fueron muertos durante la primera guerra, cuando los nietos de Cain se sublevaron contra sus padres. Fue durante este gran conflicto cuando las tribus se dispersaron y los vástagos se multiplicaron.

Muchos de los miembros eruditos del Sabbat, consideran que todo esto es mera propaganda para legitimar las leyes tiránicas de la Camarilla. Pues no deja de ser misterioso el hecho de que muchas de las Leyes de Caín y las Tradiciones de la Camarilla sean prácticamente idénticas. La prohibición de la Diablerie sobre los vástagos mayores, la sumisión ante éstos, honrar al sire, respetar los dominios de los demás, no abrazar progenie sin permiso, entre otras cosas.


Por desgracia, éste libro plantea más preguntas que las que responde y ha traspasado los siglos mezclándose con relatos aunténticos de La Biblia, de manera que nadie puede definir con precisión dónde estan los límites entre la verdad y la fantasía, algo que quizá, nunca se sepa. Seguiremos investigando en sucesivas partes de esta historia.

Un poco de Ambientación.

Aquí se describe el ambiente en general que reina en el mundo vampírico. Está todo bastante resumido para que te hagas una idea global; si después quieres entrar en detalles busca en la web el aspecto concreto en el que quieres profundizar.

Historia de la Estirpe

Los vampiros han existido durante siglos y siempre han dado la apariencia de inmutables a los ojos mortales. Incluso la sociedad ha sufrido evoluciones, conflictos y refriegas.


Caín y las Primeras noches

De acuerdo con el mito de los Vastagos, el primero de ellos fue Caín, el primer asesino, que por el crimen que cometió, fue maldito por Dios y transformado en vampiro. Exiliado de su gente, Caín se vio forzado a vagar por los límites de la civilización, atemorizado por el sol y sediento de sangre. En su soledad, Caín encontró a una poderosa hechicera llamada Lilith, la primera mujer de Adán. Ella le enseñó como utilizar su sangre para realizar magia poderosa (de hecho, unos cuantos herejes dicen que fue Lilith, y no Caín, el Primer Vampiro). Lilith enseñó a Caín muchas cosas entre las cuales estaban las de usar su sangre para invocar poderes místicos, y para crear a otros como él.

La Segunda Generación y la Primera Ciudad

Después de muchos años, tal vez décadas, Caín vagó solo en el todavía joven mundo. Finalmente alcanzó un lugar donde el hombre tenía establecido un pueblo o ciudad, La Primera Ciudad.

Haciendo uso de sus poderes, se hizo a sí mismo Gobernador de esta ciudad. Por un largo periodo gobernó y los mortales eran felices. Pero Caín llegó a ser víctima de la misma aflicción que incontables veces fueron otros cainitas innumerables veces, Tristeza. Tres chiquillos hizo Caín y sus nombres fueron envueltos por el Mito, todavía estos son los mas aceptados: Enoch, Zillah e Irad.

Ellos crearon su propia Progenie, la Tercera Generación, y pronto amenazaron con la superpoblación de vampiros a los mortales. Mortales e Inmortales convivieron juntos por años, pero los vampiros consideraban a los mortales como sirvientes, no como iguales; esto fue algo que Caín no aprobaba. Todo estaba en calma en los Dominios de Caín hasta que una Gran Inundación destruyo la ciudad, junto con muchos de los habitantes, incluidos mortales e inmortales.


Los Antediluvianos y los Clanes

Caín desapareció en el desierto, para no saberse nada más de él. Los tres vampiros de la Segunda Generación desaparecieron, de igual forma, en las neblinas de leyendas. Pero los 13 hijos de los de la Segunda generación, libres de ataduras, comenzaron a crear nuevos vampiros irresponsablemente. Se les terminó por conocer como Antediluvianos, y sus chiquillos creados a su imagen, heredaron sus dones y maldiciones magicas. Fue así como los clanes se formaron.

La Edad Oscura

Los clanes se expandieron por todo el mundo sembrando discordia y miseria. Aunque cada sucesiva generacion de vampiros era mas débil que la anterior, consiguieron este malestar por su cada vez más elevado número. En los zigurats de Babilonia, en los palacios de Creta, en los tribunales de Roma, los vampiros han gobernado como sombríos tiranos, utilizando siempre a los mortales como comida e inconscientes soldados. Vampiro luchó contra vampiro, clan contra clan, y así, desde las antiguas rivalidades de la Primera Ciudad, nació la gran Yihad, que todavía se está librando. Los Vástagos cometieron sus peores crímenes durante la temprana Edad Media. Durante este periodo, la mayoría de los vampiros gobernaron de forma abierta, asfixiando bajo su nocturno control tanto al campesino como al señor feudal. La población vampírica alcanzo niveles desorbitantes, y en aquella época dió la impresion de que los vampiros dominarían para siempre.

La Revuelta Anarquista

De nuevo no pudo durar. Los Hijos de Caín, en su propia arrogancia, comenzaron a hacer alarde de su poder. Los aterrorizados campesinos hablaron de los monstruos que habitaban entre ellos, y la Iglesia comenzo a escuchar. Las noticias de algunos asustados clerigos dio como fruto a una frenética Inquisición, y los vengativos humanos se alzaron en una oleada de sangre y fuego. Aunque de manera individual son mucho más poderosos que los mortales, incluso el más poderoso vampiro no pudo resistir frente al gran número de humanos; vampiro tras vampiro fueron arrastrados fuera de sus guaridas y expuestos al fuego y a la luz del sol.

En esta agonía, un flujo de revueltas azotó a los Hijos de Caín. Los vampiros más jovenes, que habían sido utilizados como carne de cañón por aterrorizados antiguos con tal de defenderse de la Inquisición, comenzaron a alzarse contra sus sires. En Europa del Este, un grupo de vampiros aprendió a romper las ataduras místicas que los unían a sus progenitores. El continente entero se agitó bajo una nocturna revuelta, tan pronto como los rebeldes hijos se iban librando del yugo de sus amos. La Inquisicion y la revuelta de los vampiros "anarquistas" hicieron creer que la Estirpe no sobreviviría. Y de esta manera, en el siglo XV, se convocó un concilio. Siete de los 13 clanes se unieron en una organizacion bautizada como la Camarilla. Gracias a su superioridad numérica, la Camarilla consiguió vencer a los anarquistas y sus integrantes aceptaron convivir tras una gran Mascarada. Los señores de la Camarilla decretaron que jamás los vampiros volverían a gobernar de forma abierta. "Tendremos que escondernos entre los mortales, y ocultar nuestra naturaleza de nuestras presas, y en unas pocas décadas, sólo nos recordarán como mitos." Así pues, nació la Mascarada, y la Inquisición empezó a olvidar gradualmente su objetivo original. Aquellos anarquistas que no se unieron a la Camarilla, fueron expulsados a tierras desoladas, de las cuales emergerían más tarde como el temido culto Sabbat. Con el descubrimiento del Nuevo Mundo y el amanecer de la ciencia, la humanidad fue olvidando progresivamente a los Vastagos, relegándolos al estatus de leyendas infantiles.


Pero, aunque ocultos, los vampiros seguían siendo una realidad. Las guerras de la Yihad crecieron, aunque las noches de guerra abierta fueron reemplazadas por repentinas emboscadas y la manipulación de peones humanos. Tejiendo sus telas a lo largo de las crecientes ciudades, los Vastagos cambiaron sus antiguos juegos por otros más metódicos, pero no por ello menos mortales.

La Gehenna y las Noches Actuales

Y las guerras continuaron durante siglos, y todavía lo hacen. La Yihad ruge como siempre lo ha hecho, aunque los castillos son suplantados por rascacielos, y las espadas y antorchas se convierten en ametralladoras y misiles, y los cofres llenos de oro son sustituidos por valores del Tesoro... el juego sigue siendo el mismo. Vástago lucha contra Vástago, clan contra clan, Camarilla contra Sabbat, y así lo han hecho durante eones. Los enfrentamientos vampíricos que nacieron bajo las noches de Carlomagno, terminan ahora en las calles de Nueva York; un insulto susurrado en la corte del Rey Sol puede verse contestado con una toma corporativa en SaoPaolo. Las abultadas ciudades proveen de incontables oportunidades para alimentarse, traficar con el poder y para la guerra.

Cada vez más, los vampiros hablan de la Gehenna, la largamente profetizada noche del apocalipsis, cuando los más antiguos de los vampiros: los míticos Antediluvianos, emergerán de sus ocultas guaridas para devorar a todos los jóvenes. Esta Gehenna, tal y como dicen los Vastagos, será el presagio del fin del mundo, y tanto vampiros como mortales serán consumidos en una inexorable oleada de sangre. Algunos intentan prevenirla, otros la aguardan de manera fatalista, y hay quien incluso la considera un mito. Sin embargo, los que creen en ella aseguran que el final está muy cerca, quiza sólo sea cosa de años...

Las Generaciones.

Cuarta y Quinta.

Se conoce a estos vampiros por el nombre de Matusalén, ya que son tan poderosos y reservados como los Antediluvianos. Muy pocos de los Matusalenes siguen activos, y menos, si su Vitae es el objetivo de muchos de los vástagos mucho mas jóvenes. Algunos rumorean, que están en Sopor, mientras que otros murmuran que los Líderes del Circulo Interior y el Sabbat, tienen como miembros poderosos Matusalenes.


Sexta, Séptima y Octava.

Los jugadores visibles y mas conocidos de la Yihad, son miembros de estas generaciones, manejan gran poder e influencia, esto les hace ser los primeros peones para los Matusalenes y Antediluvianos. Son lo bastante poderosos como para creer que pueden resistirse a los manejos de sus mayores, sin saber, que ellos mismos son los peones. Así como la mayoría de los cainitas de estas generaciones tienen al menos unos siglos de antigüedad; los jóvenes se refieren a ellos como Antiguos.

Novena y Décima.

Los Vástagos de la Novena y Décima Generación viven una no-vida peligrosa, mas experimentados y ancianos que los neonatos o ancillaes, pero mas débiles y jóvenes para ganar influencia y poder que sus Antiguos. La mayoría fueron creados en la era moderna y, por ello, el temperamento de los Vástagos mas viejos les es ajeno.

Undécima, Duodécima y Decimotercera.

Muy pocos de ellos tienen unas décadas, tal vez una centuria como mucho. Siguen siendo criaturas poderosas, pero los dones especiales de la sangre de Caín (los poderes y aptitudes únicos) rara vez se encuentran aquí. La mayoría de los Personajes Jugadores provienen de estas generaciones.

Decimocuarta y Decimoquinta.

Nacidos hace poco tiempo, los vástagos de estas generaciones son productos de sociedades que han recibido los beneficios de la rapidez de los cambios (y han sido víctimas de ellos). Su sangre es, con mucho, demasiado diluida, y están demasiado alejados de Caín como para poder transmitir la Maldición.


Organización.

Los vampiros se dividen según muchos campos. Desde el más amplio al más pequeño, podríamos clasificarlos del siguiente modo (siempre teniendo en cuenta que es una clasificación aproximada; no hay prácticamente nada absoluto en el Mundo de Tinieblas): primero según su secta, suponiendo que el vampiro pertenezca a alguna (Camarilla, Sabbat, Inconnu), segundo, según su clan o línea de sangre, y por último dentro de cada clan hay otras subdivisiones más pequeñas (en la mayoría de los clanes, no siempre).

La Camarilla.

Probablemente la organización de vampiros más extensa del mundo. La Camarilla está compuesta de clanes de vampiros que siguen al pie de la letra las seis tradiciones, mediante las cuales se garantiza que la Mascarada no se rompa. En caso de que algún vástago imprudente viole las leyes, el castigo es severo, incluso llegando en los delitos más graves a la pena de muerte. Se encuentran infiltrados en la sociedad humana, controlando a menudo empresas, medios de comunicación, y a menudo gobiernos enteros.


Clanes de la Camarilla. Los clanes son cada una de las líneas que discurren directamente desde un 3ª generación. Todos los vampiros que abrazó un determinado 3ª, con sus descendientes, y los de éstos..., todos ellos forman un clan. Cada uno de los clanes tiene unas habilidades propias, unos gustos comunes, una mentalidad similar, y todos ellos comparten una debilidad. Los clanes de la camarilla son los Brujah, los Malkavian, los Nosferatu, los Toreador, los Tremere y los Ventrue.

El Sabbat.

Durante las revueltas que llevaron a los vástagos a rebelarse contra sus sires, tan sólo dos clanes tuvieron éxito (o al menos eso creen) en haber eliminado a sus antediluvianos: los Lasombra y los Tzimisce. Éstos no vieron la necesidad de mantenerse ocultos de los ojos de los mortales; no eran más que ganado del que podían alimentarse cuando quisieran, no eran una amenaza seria de la que debieran esconderse. Junto a disidentes de los otros clanes crearon una secta, el Sabbat, con unos propósitos específicos.

El Inconnu.

Ésta es sin lugar a dudas la secta más misteriosa que existe actualmente en el Mundo de Tinieblas. Hay vampiros tan poderosos que no precisan estar respaldados por una legión de compañeros. Éstos suelen ser los miembros del Inconnu. Asociados para lograr objetivos secretos, muy poco se sabe de éstos vástagos, salvo que son extremadamente poderosos, y que mantienen lealtad fraternal los unos con los otros.


Los Independientes.

Hay clanes que, por una razón o por otra, han decidido mantenerse al margen de la gran lucha que mantienen el Sabbat y la Camarilla. Éstos son los no-alineados, entre los que se encuentran los Seguidores de Set, los Ravnos, los Giovanni y los Assamitas. Además recientemente los Gangrel se han separado de la Camarilla y han pasado a tener un estatus de independientes.

Líneas de sangre.

A veces, con el paso de los siglos, algunos vampiros evolucionan de un modo distinto al que lo hacen el resto de sus compañeros de clan. Por lo general esto es algo excepcionalmente raro, y todos los mortales que sean abrazados por un vástago de este tipo pasarán a formar parte de lo que se llama una línea de sangre, descendientes de un clan, pero diferentes en algunos aspectos, habitualmente con alguna disciplina nueva y exclusiva.

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